Morán propone un «techo de precio» y el Scrats avisa de que no hay nada firmado

Aunque tiene su complejidad legal, el equipo de Teresa Ribera está preparando la herramienta para mantener la subvención al margen de la figura del decreto de sequía, que era la fórmula que se utilizaba hasta ahora. Prevé aplicarla cuando se aprueben los nuevos planes de cuenca, «para atenuar los impactos de los costes energéticos en la resultante final del precio del agua desalada», señala Morán. «Dependerá del precio de la energía en cada caso». El secretario de Estado recalca que «no subvencionamos a los regantes. Lo que se hace es financiar; en este caso hacer una aportación a Acuamed para minorar la repercusión final del precio. Si el coste de la energía no encarece el precio final resultante del agua desalada, pues obviamente no habrá aportación a Acuamed. Si los precios de la energía escalan, pues sí. Se trata de establecer un techo de precio», indica.

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, explica que la oferta la hizo el Ministerio, pero las comunidades de regantes «no han negociado nada con Acuamed» y por lo tanto no están firmados los convenios. La advertencia que hizo Acuamed en diciembre, de que cobrará el agua a más de un euro el metro cúbico (1,30 incluido el IVA), salvo que se prorrogue la subvención, generó más inquietud en los regantes. Acuamed factura a final de mes, y entonces se comprobará cuánto se tendrá que pagar por esos caudales, cuya producción se ha encarecido debido al elevado coste de la electricidad.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, dijo ayer que el Trasvase Tajo-Segura «no puede ser un motivo permanente de confrontación territorial», y abogó por «buscar un equilibrio que cuente con la cuestión medioambiental, la economía y los puestos de trabajo».