La ministra reconoce que habrá un alto precio por la desalación
Ribera dice que trabaja para que los regantes puedan pagar la tarifa; la CHS cree que muchos agricultores tendrán dificultades para afrontar los contratos de Acuamed
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo ayer que el Gobierno central está trabajando para que el precio del agua desalada sea «compatible» con la capacidad de pago «real» de los agricultores debido al aumento de la tarifa de la luz, y que así el sector agrario no sufra «una inflación». La vicepresidenta tercera reconoció las elevadas tarifas a las que se enfrentan los regantes del Levante, los cuales verán mermadas las aportaciones del Trasvase; un volumen que el Ministerio pretende sustituir con la ampliación de las desaladoras.
Ribera hizo esas declaraciones en Alicante tras intervenir en el foro 'El futuro del agua', al ser preguntada por la posibilidad de que se subvencione el precio, como había planteado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ante las quejas de los regantes por el encarecimiento del agua desalada debido a la subida de la luz.
La ministra detalló que el Gobierno trabaja en las referencias del precio de agua, «proceda de donde proceda», y evitar «distorsiones» que se han producido a lo largo de los años, donde «el agua más barata era la que salía del acuífero, de la superficie, y sin embargo el agua más cara era la que quizá tenga más importancia en el tiempo por venir de esas aportaciones adicionales, la que precede de la desalación o de la recuperación».
Por ello, Ribera indicó que se requiere una «reponderación» para que «haya unos estándares de precios muchos más claros, pero también compatibles, con las capacidades de pago real de los agricultores». Reconoció que «estamos viviendo un impacto que tienen los precios energéticos en prácticamente todas las actividades económicas».
La ministra defendió que se ha realizado «un esfuerzo importantísimo para reducir la fiscalidad sobre la energía», y dijo que habrá un plan especial que subvenciona el autoconsumo agrícola.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, por su parte, considera necesarias medidas de transición en los próximos precios del agua desalada. En declaraciones a Onda Regional reconoció queparte del sector primario no va a poder hacer frente a los nuevos convenios que propone Acuamed. Urrea dijo compartir la preocupación de los regantes y apuesta por soluciones intermedias.
Los dirigentes del Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats) se reuniron ayer en Murcia con representantes de los sindicatos agrarios, cooperativas, agrupaciones de productores y exportadores, conserveros y empresarios, para explicarles el rechazo a los convenios de Acuamed, que plantea unas tarifas de 80 céntimos el metro cúbico, que sería inalcanzable para muchos regantes. Este precio se podría elevar a 1,5 euros con la escalada del coste de la electricidad.
Lucas Jiménez reclamó que se aplique la tarifa de 30 céntimos que fue aprobada en el Congreso de los Diputados. Dijo que la decisión sobrepasa a Acuamed y debe adoptarla el Gobierno.
Debate técnico sobre el futuro del Trasvase Tajo-Segura
Las infraestructuras hidráulicas asociadas al Trasvase, la repercusión en los usuarios y la sostenibilidad del regadío son los temas que se abordarán en un debate organizado por el Instituto de la Ingeniería de España. Bajo el título 'El Trasvase Tajo-Segura en la nueva planificación hidrológica', mañana tendrá lugar un encuentro técnico en el auditorio Fundación Cajamurcia a partir de las 9.15 horas, dentro del ciclo 'Caminos en el debate'. Colaboran, entre otros, la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos y CaixaBank.
