Miles de trabajadores exigen en la calle que la recuperación económica llegue a los salarios

Mientras un vagabundo septuagenario rebuscaba algo de valor en un cubo de basura de la Gran Vía murciana, sin apenas levantar la cabeza, otro desarrapado mucho más joven anestesiaba en el séptimo sueño otro día más de su vida en un portal de la misma avenida, sin inmutarse lo más mínimo ante proclamas, bocinazos, y cánticos reivindicativos. Mensajes y consignas por el Primero de Mayo que iban desde el desmantelamiento de las tropas americanas en España a la denuncia de la situación en Palestina, pasando por el soterramiento y la «explotación infantil» que suponen los deberes, como definía un crío en una pancarta. Incluso había quien, como Paco, se llevaba a su perro, Hugo, para que se acostumbrara a «la gente y al ruido». Motivos y reivindicaciones había para todos los gustos, aunque primó la del 'tiempo de ganar' que reclamaban los sindicatos en la cabeza de la manifestación, que recorrió en Murcia desde la plaza de la Fuensanta hasta el jardín del Malecón.

«Tiempo de ganar igualdad, pensiones dignas y empleo de calidad» fue el pilar sobre el que ayer transcurrió la marcha en la capital, secundada por miles de personas -14.000, según la organización-, y en la que se pudo escuchar un clamor constante por la revisión de salarios «tras muchos años de esfuerzos por parte de los trabajadores», coincidieron los líderes sindicales y políticos, así como manifestantes de a pie como Paco, funcionario: «Cobro lo mismo desde 2007, y he perdido alrededor del 12% de poder adquisitivo. Yo creo que ya es hora».

Antonio Jiménez, secretario general de UGT en la Región, fue uno de los que más exigió ayer que la recuperación económica llegue a los bolsillos de las las familias: «Ya no valen más excusas en una región con los terceros salarios más bajos de España, así como las terceras pensiones más bajas del país», señaló.

Por su parte, el líder de Comisiones Obreras (CC OO) en la Región, Santiago Navarro, aseguraba ante los manifestantes que «si la economía crece por encima del 3%, que menos que los salarios también crezcan al 3%, por lo menos», y subrayaba que era el momento de «reactivar la negociación colectiva, porque los trabajadores de la Región llevan diez años sin que se les mejore su salario. Antes de la crisis los trabajadores tenían que ser mileuristas, y diez años después se mantiene la misma meta», se lamentaba. También aseguró que uno de cada doce murcianos ha tenido un accidente en su puesto de trabajo: «Es un disparate», dijo Navarro. Por su parte, el secretario general de USO en la Región de Murcia, José Sáez, reclamó como sus compañeros la «derogación de la reforma laboral».

La marcha se inició con algo de retraso, solo cuando los miembros de la Plataforma Pro Soterramiento, que habían llegado desde las vías junto a los participantes en la Marcha por la Empleo y la Dignidad Social, venidos desde Lorca, se unieron al grueso de la manifestación en la plaza de la Fuensanta. En ese grupo se encontraban los diputados nacionales de Unidos Podemos Rafa Mayoral y Alberto Rodríguez, 'escoltando' al secretario general de Podemos en la Región, Óscar Urralburu, quien criticó que «crece el PIB pero no el empleo, que se encuentra en las peores condiciones, con máximas tasas de temporalidad y los salarios más bajos del país». En su opinión, hacen falta «más que nunca» días como el de ayer para reclamar un «empleo de calidad».

Por su parte, Mayoral consideró «importante» estar en Murcia, «donde se une la lucha por los derechos laborales con la lucha por el derecho de la ciudad», porque se plantea un «nuevo modelo de vida basado en la precariedad y en no saber lo que va a ocurrir mañana». Frente a ello, exige una sociedad «de derechos, donde haya salarios y contratos dignos».

Entre trabajadores marfileños, ancianos de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) reclamando «Memoria Histórica» y trabajadores de la empresa Valeo pidiendo «justicia» tras la presunta venta fraudulenta de esa multinacional con una factoría en Murcia a una sociedad fantasma en 1994, se dejaban ver muchos pensionistas que reclamaban el blindaje de estas prestaciones en la Constitución, un buen puñado de banderas republicanas, y también algún que otro «camarada» de la Unificación Comunista de España (UCE) que pedía «ningún salario por debajo de 1.000 euros y ninguno por encima de 10.000».

También se hacía notar el ya tradicional «no hay pan para tanto chorizo» en una jornada reivindicativa en la que no se quedó ningún mensaje en el tintero, como el que lanzó Santiago Navarro contra de la sentencia dictada en el caso de 'la manada': «No es abuso, es violación», zanjó entre aplausos.

«Si tocan a una, nos tocan a todas», entonaba el Movimiento Feminista de Murcia, que también se hizo notar durante la marcha. La portavoz del colectivo, Lucía Barbudo, aseguró que las mujeres «son las que más sufren la crisis y la temporalidad laboral, por lo que muchas están abocadas a la economía sumergida». Barbudo tuvo además un recuerdo para las viudas murcianas que tienen «unas pensiones ridículas que apenas les llegan para sobrevivir».

También se dejaron ver por la manifestación varios dirigentes socialistas encabezados por el secretario general, Diego Conesa, quien quiso recordar que «los derechos se conquistan, pero también hay que defenderlos», y dijo que «una sociedad mucho más justa y homogénea se consigue con una dignidad laboral a través de un sueldo digno». A su vez, el vicesecretario general de los socialistas, Joaquín López, criticó al PP «por estar más preocupado en otras cuestiones que en la ciudadanía de este país», y en materia de pensiones recordó que el PSOE viene reclamando «de manera reiterada que el Pacto de Toledo es el lugar en el que se decida esta cuestión» para darles estabilidad.