Máxima preocupación de los regantes por la merma de agua

Los regantes del Trasvase han mostrado su «máxima preocupación» por la progresiva reducción de recursos en la cuenca de Segura en el horizonte del año 2027, a la vez que critican que la desalación adicional que ofrece la ministra Teresa Ribera resulta insuficiente para compensar el recorte del acueducto. En este sentido, añaden que las desaladoras que gestiona la sociedad estatal Acuamed «han llegado a un porcentaje efectivo de producción para su aprovechamiento igual al 86% en años hidrológicos anteriores; es decir, una garantía de suministro para atender todas las demandas actuales, prácticamente ya agotada».

El presidente del Sindicato de Regantes (Scrats), Lucas Jiménez, indicó a través de un comunicado que la desalación «no ofrece soluciones viables ni en volumen ni en precios», a lo que «se sumará la reducción prevista sobre las extracciones de aguas subterráneas». Como publicó LA VERDAD, señala que el Plan del Segura establece que para el año 2027 se mermarán las transferencias del Tajo en 78 hectómetros de materializarse las previsiones de aumento de caudales mínimos. Recalca que ese escenario «supondría un coste desproporcionado para la demarcación, desde todos los puntos de vista».

Asimismo, el Scrats advierte de que esta merma «se incrementará por las transferencias previstas desde el acueducto Tajo-Segura con destino a abastecimiento de la llanura manchega (según el Plan del Guadiana, a partir del año 2027 podrían suministrarse 15,5 hm3/año a 56 municipios), y por los aumentos de demanda anual considerados en el Plan del Tajo, aproximadamente 10 hectómetros. En total, 103,5 hectómetros cúbicos menos anuales de la fuente de suministro asociada al Trasvase».

Por otra parte, el presidente del Scrats señala que el Plan del Segura aborda la reducción de la explotación prevista para las aguas subterráneas procedentes de masas en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo, lo que «afecta al conjunto de la demarcación». Se trata de 213,2 hectómetros al año de aguas subterráneas que dejarían de extraerse.

En el escenario actual, el Sindicato advierte que las tres grandes desaladoras gestionadas por la sociedad estatal Acuamed –Torrevieja, Águilas y Valdelentisco– tienen una capacidad máxima de producción de 177 hectómetros al año, y que las ampliaciones proyectadas no serán suficientes.

Hace mención especial a la desaladora de Torrevieja, que se construyó para redotar los regadíos del Trasvase y no para sustituir las transferencias del Tajo, como pretende hacer ahora el Ministerio. En este sentido, Lucas Jiménez lamenta que los volúmenes generados por esta planta no se dedican «a paliar futuros déficits de agua, sino los existentes a día de hoy y, por ello, desde hace años se viene contando con los recursos generados por esa desaladora, poniéndose a disposición de las zonas regables del Trasvase a través del Scrats». «Si hacemos un resumen, nos encontramos ante un escenario donde los volúmenes disponibles actualmente tienen la seria posibilidad de reducirse en 316,7 hectómetros al año», subrayo.

Ante esa hipótesis, indica que el incremento de recursos procedentes de la desalación con destino al regadío podría ser de 38 hectómetros «lo que supondría compensar en un insignificante 12% esas nuevas reducciones que se proyectan en el año 2027». Si en la actualidad, el déficit total de aplicación de recursos en la cuenca, según el Plan del Segura, se cifra en 96,4 hectómetros, en el año 2027 se cuantifica en 287, según el Scrats. «A esta última cifra habría que sumar todos los recortes previstos del Trasvase, lo que dejará el déficit en 390, cuatro veces más», indica el comunicado.

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