Mariola Guevara, el municipalismo por bandera

La casualidad ha querido que su camino desde la corporación de Alhama hasta la Delegación del Gobierno haya sido similar a la de su compañero de filas y paisano Diego Conesa: en 2018, Guevara sustituyó a Diego Conesa en la alcaldía cuando él fue elegido delegado de Gobierno. Cinco años después, es ella la que emprende el mismo camino desde Alhama a la capital.

En las elecciones municipales de 2019, Guevara encabezó la candidatura socialista de Alhama y logró en las urnas una amplia mayoría absoluta. Sus primeras palabras como alcaldesa fueron para recordar las pronunciadas por la expresidenta de Chile Michelle Bachelet: «Cuando una mujer entra en política, cambia la mujer; si somos muchas las mujeres las que entramos en política, cambia la política».

Después de cuatro años como alcaldesa, en los comicios de 2023 Guevara perdió la alcaldía. Algunos vecinos piensan que en su derrota fue determinante el voto de castigo que recibió por iniciar las obras del parque de La Cubana antes de que las urnas la confirmaran en el cargo. La realidad es que el pacto entre PP, Vox y el partido independiente Alhama@una dejaron fuera de la alcaldía a Guevara, quien regresó a su puesto de maestra en el colegio Sierra Espuña, donde se encontraba trabajando cuando, hace solo unos días, recibió la llamada que le anunciaba su nombramiento como delegada del Gobierno. Encantada con los progresos de sus alumnos de tercero de Primaria, está convencida de que les echará de menos en esta nueva etapa. Docente vocacional, Guevara estudió Educación Primaria en la Universidad de Murcia y ha sido presidenta de la Comisión de Educación de la Federación de Municipios de la Región.

Guevara ha compaginado estos meses su tarea como maestra con la portavocía de su partido en el Ayuntamiento de Alhama, desde donde ha protagonizado tensos encontronazos con la actual alcaldesa del PP, María Cánovas, a quien se ha enfrentado con firmeza.

En su esfera más personal, Guevara es madre de dos niñas: Clara, de 18 años; y Arancha, de 15. La relajación la encuentra caminando por los espacios naturales de su municipio y practicando aeróbic. Y siempre con su familia y amigos, con quienes comparte otra de sus pasiones, la gastronomía.

Esta semana su partido la recibía por sorpresa con un caluroso homenaje, que agradecía satisfecha en redes sociales: «Sois mis dos grandes familias, la personal y la política, con vuestro empuje podremos seguir haciendo grandes cosas desde el Gobierno de España».

Firme defensora del municipalismo, tiene estos días más presente que nunca el recuerdo de su abuelo materno, Miguel Cava, uno de los fundadores del PSOE en Alhama de Murcia, y cuyas ideas socialistas calaron en ella desde su infancia y fueron, quizá, el germen de su trayectoria política.