Las reclamaciones de los vecinos de Lorca afectados por granjas intensivas de porcino llegarán a Europa
El eurodiputado de Unidas Podemos Manu Pineda se compromete a defender sus demandas
El eurodiputado de Unidas Podemos Manu Pineda se reunió este martes con miembros de plataformas de vecinos afectados por la instalación de granjas porcinas intensivas cerca de sus viviendas y se comprometió a trasladar a las instituciones europeas sus reivindicaciones. También a solicitar estudios sobre «la situación de las macrogranjas» en el municipio.
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El encuentro, en el que estuvo presente el secretario de Organización de Podemos, Ángel Luis Hernández, y los concejales de IU-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Pedro Sosa y Gloria Martín, se produjo un día después de que se aprobara inicialmente en el Pleno un cambio en la normativa municipal para ampliar la distancia entre las granjas y los núcleos rurales de población.
Pineda mostró su preocupación por el riesgo que suponen las explotaciones intensivas para los acuíferos, por «la pérdida de biodiversidad, el problema de gestión de las ingentes cantidades de purines que acaban contaminando el suelo, por el gran consumo de agua que se precisa para el funcionamiento de estas instalaciones, por las emisiones contaminantes a la atmósfera y por la depreciación del valor del suelo y las viviendas».
El secretario de organización de Podemos resaltó que Lorca es el segundo municipio del país con mayor número de «macrogranjas» con un total de 50 y añadió que los acuíferos del Valle del Guadalentín «están declarados desde hace más de una década en riesgo por la contaminación por nitratos».
El presidente de la plataforma 'Stop cebaderos junto a viviendas', José García, pidió que las instituciones europeas vigilen el cumplimiento de las leyes porque «no hay mecanismos de control sobre las administraciones». Añadió que los vecinos «nos sentimos indefensos» y reclamó que se tengan en cuenta los efectos de las explotaciones intensivas sobre la «salud física y psicológica de las personas» que viven próximas a ellas.
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En la reunión también estuvo presente Feliciana Arcas, vecina de Aguaderas, que pide ayuda a las instituciones europeas para que no se ponga en funcionamiento la granja para 2.000 cerdos construida frente a su cortijo con una balsa de purines a 40 metros de su parcela. «Queremos que nos ayuden, no me puedo ir de mi casa cuando lleven los cerdos porque no tengo segunda vivienda», dijo.
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