Cacerolada contra la apertura de una mezquita en el barrio lorquino de Apolonia

Vecinos del barrio lorquino de Apolonia han protagonizado este jueves una cacerolada en la calle Transformador para protestar contra la apertura de una mezquita, cuyas obras de adecuación se ultiman en un antiguo almacén.

La portavoz de los vecinos, Ana García, aclaró que no se oponen a que se instale en el barrio un lugar de culto, pero consideran que ese «no es el lugar adecuado». Advirtió del constante trasiego de fieles desde el primer rezo a las cinco de la madrugada hasta el último a las 12 de la noche «muy cerca de las viviendas» y en una calle estrecha que carece de aparcamiento.

La portavoz vecinal criticó duramente al equipo de Gobierno porque «no ha cumplido su promesa» de buscar otra ubicación para la mezquita y de hacerse cargo de los gastos que la comunidad musulmana había realizado ya para el arreglo del local. «Estamos muy decepcionados porque el Ayuntamiento mira para otro lado», dijo García. Los vecinos piden una solución y temen que la mezquita abra de forma inminente porque ya están finalizando las obras que comenzaron hace nueve meses. «Si no nos dan una respuesta seguiremos concentrándonos todos los días para impedir la obra», aseguró.

A la protesta asistieron también los dos concejales del grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento, que desde el pasado verano respaldan el movimiento vecinal contra el templo musulmán y que solicitarán a Urbanismo la suspensión cautelar de las licencias que haya otorgado a sus promotores. Por su parte, el concejal de Urbanismo, José Luis Ruiz, afirmó que el Ayuntamiento «ha estado en todo momento mediando» para que la comunidad musulmana encontrara otra ubicación. «Hemos localizado tres emplazamientos distintos pero era trasladar el problema de un lugar a otro», justificó.

Ruiz explicó que el proyecto de obra se ajusta a la normativa y que «ante eso el Ayuntamiento no puede hacer nada». El concejal de Urbanismo dijo entender las quejas vecinales pero «todavía no ha empezado la actividad y no podemos evaluar qué va a pasar una vez que esté abierta» la mezquita. Afirmó que el Consistorio velará porque se cumplan las ordenanzas municipales una vez inaugurado el salón de cultos y advirtió de que el Ayuntamiento no se puede hacer cargo de la inversión que han realizado los promotores de la obra porque «legalmente no es posible».