La Concejalía quiere frenar la siniestralidad en Lorca con un servicio de alquiler de patinetes
La Policía interpone 130 denuncias desde junio a conductores de estos vehículos y el Consistorio espera tenerlos bajo control con este sistema
El Ayuntamiento estudia implantar en los próximos meses un servicio de patinetes eléctricos de alquiler para aumentar el control de la circulación de este tipo de vehículos y tratar así de reducir su siniestralidad. Lo dijo este miércoles el concejal de Seguridad, Juan Miguel Bayonas, después de conocer un nuevo accidente de un conductor de un patinete de 41 años, que resultó herido en el barrio Virgen de las Huertas, con politraumatismos en cabeza, rostro y cuello, tras caer de su vehículo de movilidad personal.
Publicidad
La proliferación de los patinetes por las calles de Lorca ha dado lugar a un problema de seguridad vial que la Policía Local trata de combatir con la aplicación de la ordenanza específica que entró en vigor el 1 de junio y que ha derivado ya en la interposición de 130 sanciones contra los conductores. Las más frecuentes son por viajar dos personas en el mismo vehículo y por transitar por la acera o zonas peatonales, explicó Bayonas en declaraciones a LA VERDAD. Añadió que la Policía también ha retirado algunos de estos vehículos porque no cumplían las condiciones necesarias para circular.
Sin embargo, las multas no parecen suficiente y el Consistorio también se plantea medidas de carácter formativo, entre las que se encuentra el servicio de alquiler, que incluiría patinetes regulados. La empresa que explota el servicio, dijo Bayonas, dispone de patinetes eléctricos que servirán para «educar a los usuarios» porque frenan de forma automática si se entra en una zona peatonal o que reducen la velocidad si detectan que circulan en dirección prohibida.
Además, el servicio de Policía Tutor de la Policía Local explica a los alumnos de institutos y colegios el uso correcto y qué se puede o no hacer para cumplir la ordenanza municipal.
Manipulación de baterías
El dueño del único establecimiento que, de momento, se dedica a la reparación de este tipo de vehículos en la ciudad, Juan José Bermúdez, reclamó «mano dura» para sancionar a los que manipulan las baterías para alcanzar mayor velocidad. Es peligroso, advirtió, y puede provocar que estallen, como ocurrió hace unas semanas en el metro de Madrid. Reconoció que en algunas ocasiones los clientes le piden este tipo de servicio, pero «me niego y no los dejo pasar de la puerta». Para Bermúdez, que tiene una tienda taller en la avenida Jerónimo Santa Fe, estos vehículos son «muy seguros» si se circula a 25 kilómetros por hora, la velocidad máxima permitida. «Están en auge y han venido para quedarse» porque es una forma barata y ecológica de desplazarse por la ciudad y sus clientes van en aumento. «Es importante un pequeño mantenimiento para alargar la vida de los vehículos» y revisar frenos, advirtió.
Los usan sobre todo trabajadores, «poca gente los compra por capricho», afirmó Pilar López, dependienta de la empresa Sotroni, que tiene un amplio muestrario de patinetes eléctricos. Los clientes buscan una autonomía de al menos 40 kilómetros y potencia para superar sin dificultad los desniveles, por lo que los precios con esas prestaciones no bajan de los 1.000 euros. Los repartidores a domicilio son ahora sus principales compradores. Los clientes que solo los necesitan para pequeños desplazamientos adquieren los más baratos por poco más de 300 euros.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión