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Conmoción por la muerte de un niño en El Progreso de Murcia: «Llevaba tiempo muy triste»

Conmoción por la muerte de un niño en El Progreso: «Llevaba tiempo muy triste»

El Grupo de Menores de la Policía Nacional investiga el fallecimiento de un joven de 12 años en su vivienda del barrio del Progreso de Murcia

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Jueves, 18 de febrero 2021, 02:05

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Un niño miraba ayer hacia el balcón de un primer piso de un edificio con los ojos llorosos. Desde arriba, un perro, de color blanco y canela, le observaba acostado en el suelo con tristeza. «Era su perro. Ha estado toda la noche llorando. Pasaba todo el día con él en la calle. Lo quería mucho», afirmó el menor, sin quitar la vista del animal.

El niño acudió ayer a mediodía acompañado por su madre a la casa de su compañero. Quería saber si lo que se rumoreaba era verdad, y tras comprobarla veracidad de la fatídica noticia, se marchó llorando. Su amigo, un chico del barrio «de toda la vida, bueno y con el que quedaba en el parque por las tardes después de clase», había aparecido muerto en su casa del barrio del Progreso, en Murcia. Su desconsuelo no se alivió ni con el abrazo de su progenitora.

Ocurrió el martes por la noche. Ese día, la madre del menor se fue a trabajar a las 15.00 horas y dejó, como hacía otras tantas veces, a su hijo de 12 años solo en el domicilio. «A pesar de su corta edad, era muy responsable», indicó una conocida de la familia.

Los agentes descartan, en principio, que el menor fuera víctima de acoso escolar, «aunque se mantiene esa línea de investigación»

Cuando la progenitora terminó la jornada laboral, llamó a su hijo a las 20 horas a su teléfono móvil, pero no contestó. Eso le hizo apresurarse y al llegar a su casa, sobre las 20.40 horas, observó que había un cinturón amarrado al travesaño superior de la puerta de una habitación. Al abrirla, descubrió el cuerpo de su hijo ahorcado con la correa.

La terrible escena se convirtió, en cuestión de segundos, en una secuencia dramática. Los gritos de auxilio se ahogaban con los llantos y en seguida comenzaron las llamadas el Centro de Coordinación de Emergencias 112.

Asistencia psicológica

Al lugar se desplazaron unidades de la Policía Nacional, de la Policía Local, ambulancias y miembros de Cruz Roja para asistir psicológicamente a los familiares y allegados que se vieron afectados al conocer lo ocurrido. La calle se llenó de vehículos y personal de emergencias. Agentes de la Policía Científica recabaron todo tipo de vestigios en la vivienda, y efectivos del Grupo de Menores de la Policía Nacional de Murcia (Grume) se hicieron cargo de la investigación. Según fuentes cercanas al caso, la madre del pequeño dijo a los agentes que estaba en tratamiento psicológico por problemas que había tenido en clase.

El suceso se produjo el pasado martes; la madre llegó a casa y encontró a su hijo ahorcado con un cinturón en su habitación

Las primeras investigaciones del Grupo de Menores fueron en esa dirección y, tras analizar el contenido del ordenador y del teléfono móvil del menor, y la información recabada entre personal docente y directiva del instituto de Murcia al que asistía, llevó a los agentes a determinar que, en principio, el alumno no era víctima de acoso escolar, «aunque se mantendrá esa línea de investigación, así como otras en el entorno del niño», explican fuentes cercanas al caso. Asimismo, desde la Consejería de Educación confirmaron que no se activó ningún protocolo, ya que el centro educativo no había detectado incidencia alguna ni había recibido comunicación ni denuncia sobre un presunto caso de acoso escolar.

Enorme conmoción

La muerte del menor conmocionó a los vecinos de este barrio de Murcia. Al poco de producirse el hallazgo del cuerpo, amigos del niño comenzaron a avisar por el móvil a través de los grupos de mensajería instantánea. Numerosos compañeros de clase y amigos del barrio acompañados por sus padres comenzaron a llegar a la puerta del edificio del domicilio familiar. «Era muy querido por todos y nunca ha tenido problemas», señalaron. Sin embargo, los propios amigos explicaron que llevaba un tiempo muy triste, «desde que sus padres se separaron». Además, destacaron que al parecer se autolesionaba.

«Llevaba marcas de cortes en los brazos, e incluso llegó a mencionar que se iba a suicidar. Nosotros tratábamos de quitarle esa idea de la cabeza», explicó un compañero del barrio.

Por su parte, algunos vecinos comentaron ayer que el caso les había dejado totalmente conmocionados. «Era un niño muy responsable y sociable. Es una auténtica tragedia. Los familiares han estado esta mañana (por ayer) en la casa y estaban destrozados. La madre se ha ido al tanatorio clamando que se quería morir», afirmó Rosa, una vecina del edificio aledaño.

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