El Tente, principal acusado del crimen de Kevin: «Mi intención era hacerle daño, no matarlo»

El juicio por el crimen de Kevin Morales, en la primavera de 2021 en Jumilla, alcanzó este viernes su jornada más esperada. Hasta diez sesiones tuvieron que atravesar los miembros del jurado popular antes de escuchar, por fin, el testimonio de Inocente J. hijo, más conocido como 'El Tente', principal acusado de la muerte a puñaladas del joven colombiano. Este joven, para el que la Fiscalía pide hasta 25 años de prisión como presunto autor material del homicidio, sostuvo que la madrugada en que se produjo el crimen Kevin «buscaba el enfrentamiento todo el rato» y agredió a su madre con un palo, enarbolando más tarde un cúter. «Cuando llegué vi a mi madre a lo lejos llena entera de sangre (...) Se me fue la cabeza», remarcó. «Yo solo quería hacerle daño, pero no matarlo».

Ataviado con una camisa blanca y escoltado por un nutrido grupo de policías, El Tente inició su declaración remontándose a los motivos que dinamitaron su relación con Marta, la joven que, en el momento del crimen, era novia de la víctima. «Yo acabé con Marta porque estaba con otras mujeres», aseguró. «Kevin y yo éramos amigos hasta que él empezó con Marta y ya no quería hablar conmigo».

Lejos de lo que relataron al jurado los familiares y la entonces novia del fallecido, El Tente aseguró que «no tenía ningún problema con ellos» y que era, más bien, el joven colombiano el que mantenía un enfrentamiento abierto con él para evitar que se acercara a Marta. «Una vez en casa del hermano de Marta me lanzó una puñalada con un cuchillo y me hizo una raja en una mano», relató –sin aclarar si esos hechos llegaron a denunciarse–. «Salí corriendo porque temía por mi vida».

Al remontarse a aquel sábado 1 de mayo de 2021 en el que se produjo el crimen, explicó que estuvo bebiendo con amigos todo el día y consumiendo cocaína hasta que, ya por la noche, él y su hermano menor, 'El Balilla', se acercaron a casa de su padre, Inocente J., también acusado. «Mi hermano subió y me dijo que Kevin le había dado una paliza a mi madre», aseguró. «Cuando llegué vi una imagen que no se me olvidará en la vida. Mi madre estaba llena entera de sangre».

El principal acusado hizo hincapié en que Kevin no trató de escapar de la zona si no que mantuvo en todo momento una actitud agresiva y retadora. «Buscaba el enfrentamiento todo el rato», explicó. En mitad de la trifulca El Tente asegura que vio cómo el joven colombiano sacaba un cúter y en ese momento, reconoce, «se me fue la cabeza». El procesado reconoció que llevaba en las llaves una pequeña navaja y que con esa arma arremetió contra el veinteañero. «En ese momento ya no sabía ni lo que hacía, ni dónde golpeaba», remarcó. «Me veo en los vídeos y no me reconozco». El Tente sostuvo que no fue consciente de la gravedad de la agresión y que se enteró por un policía de que Kevin había fallecido. «Cuando me lo dijeron se me vino el mundo abajo», recalcó. «Yo nunca hubiera querido esto».

Aunque el testimonio de El Tente copó gran parte del protagonismo de este juicio en la Ciudad de la Justicia de Murcia, la encargada de abrir la sesión de este viernes fue su madre: María Ángeles F., que también está acusada del crimen y afronta hasta 22 años de cárcel. Al igual que ya hizo un día antes su exmarido, Inocente J., la acusada se desvinculó del asesinato y remarcó que en ningún momento tuvo contacto físico con Kevin la madrugada del crimen.

Angelita –como la conoce informalmente su entorno–, que se negó a contestar a las preguntas de la Fiscalía y las acusaciones particulares, remarcó, asimismo, que no vio en ningún momento que su hijo mayor, El Tente, llevara encima una navaja en el llavero que acabaría convirtiéndose en el arma homicida. La procesada hizo hincapié, en el transcurso de su declaración, en que sufrió varias agresiones y amenazas por parte de Kevin antes de que se produjese el crimen.

Una de esas últimas supuestas arremetidas, relató, se produjo en la Calle Miguel de Unamuno cuando ya habían tenido que intervenir los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil tras un primer ataque. «Kevin me tiró un golpe con un cúter por encima de un policía local que nos separaba», explicó María Ángeles. «Allí se descontrola todo y a mis hijos se les fue la cabeza».

Angelita, que llegó a sollozar en algún momento del interrogatorio, defendió que su hijo nunca había tenido problemas antes de la comisión del crimen. «Siempre se ha llevado bien con todo el mundo», recalcó. «Es un buen crío».

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