Juan María Vázquez: «Los estudiantes se iniciarán en la investigación en su etapa de formación»

-Con retrasos, pero la Ley de Universidades es ya un anteproyecto encaminado al BORM. ¿Por qué destaca la nueva regulación?

-Tenemos que proyectar la visión de las universidades de la Región de Murcia que queremos que sean ahora y en los próximos veinte años. El sistema universitario ha cambiado muchísimo en las dos últimas décadas, es ahora más global, más inclusivo, más tecnológico, más innovador, con más relación con la sociedad. La ley tiene que facilitar a las universidades de la Región que vayan evolucionando en un mapa universitario que cada vez va a ser más complicado. Por razones demográficas exclusivamente, la universidad española va a perder 190.000 estudiantes en los próximos años. Las universidades también se tienen que rediseñar para seguir siendo competitivas en un entorno que cada vez es más complejo y con menos estudiantes. Es una ley especialmente compleja porque ocupa el espacio que deja la legislación estatal básica, la autonomía de las universidades, y el contexto del espacio europeo de educación superior.

-Desde 2005, la expansión de las tres universidades ha redibujado el mapa docente superior con nuevas instituciones, campus, facultades, extensiones, sedes, títulos... Las tres ofertan en la actualidad más de 300 títulos (de ellos, 28 están duplicados, es decir, se imparten en dos universidades; y cinco pueden estudiarse hasta en tres campus distintos).

-La ley da continuidad a la política de la complementariedad y especialización de las universidades públicas. La regulación también incide en las alianzas entre universidades, tanto dentro de la Región como fuera de ella.

-A pesar de que la anterior ley hablaba de complementariedad, lo cierto es que las dos públicas tienen títulos duplicados.

-Los títulos de la UPCT y de la UMU en su gran mayoría son complementarios. El principio básico que tiene que regir cuando tenemos dos universidades públicas, una de naturaleza politécnica y otra generalista, es que haya complementariedad, y sobre todo que haya alianzas entre ellas. Poder ofrecerle a los jóvenes, incluso a la propia investigación, la fuerza sumada de las dos universidades públicas, redunda en beneficio del sistema universitario. Vamos a tratar de avanzar en el concepto de comunidad universitaria de la Región.

-En algún momento ha llegado a plantearse una 'fusión fría' entre la UMU y la UPCT. ¿Qué le parece?

-Eso entra dentro de la autonomía de las universidades. Nosotros lo que sí vamos a tratar con la ley es de que las alianzas avancen. La colaboración entre las universidades, la complementariedad y las alianzas redundarán en el beneficio de todo el sistema universitario.

-En cuanto a la privada UCAM, ¿se establece algún límite para evitar la duplicidad de títulos con las públicas?

-No, lo único que hacemos es traducir a la ley lo que reconoce la propia Constitución, que recoge la naturaleza pública y privada del sistema universitario. Vamos a tratar de que las propuestas que pudiera haber a futuro de las universidades en la Región tengan la suficiente calidad.

-¿Y los hipotéticos nuevos proyectos de universidades privadas que se planteen?

-Someteremos a una evaluación intensa cualquier propuesta que en su momento pueda llegar, aunque actualmente no tenemos ninguna. Tenemos un sistema universitario robusto, que va creciendo en calidad en las tres universidades, y no hay ninguna necesidad en estos momentos de incrementar el número de universidades.

-La renovación de los planes de financiación plurianuales queda recogida en la ley. Se evitarán así las tensiones cíclicas que se han vivido los últimos años...

-Lo más importante es que hace predecible el sistema; una de las grandes barreras en el concepto de autonomía universitaria es que tienen que tener la financiación para poder ejercerla. Poder firmar un acuerdo de financiación plurianual, que ha supuesto un incremento en 3 años de más del 20% del presupuesto de las universidades, les ha asegurado una tranquilidad que permite planificar. Se tendrán que negociar obviamente los números, pero la fórmula con los mínimos que se deben atender asegura esa previsibilidad y da valor al concepto de autonomía universitaria.

-El objetivo del 1% del PIB de financiación para las universidades sigue lejos...

- La LOSU establece que debe alcanzarse con las aportaciones de la Comunidad Autónoma, de las propias universidades y con las aportaciones de la Administración General del Estado. Vamos a seguir reclamando para que el Estado financie de una forma estructural mejor al sistema universitario. Ya no solo por la propia infrafinanciación de la Comunidad, sino que cuando se pactan los mecanismos de transferencias en el ámbito de las universidades, la Región está por debajo de la media nacional. No solo es que estemos infrafinanciados, es que la parte de transferencias que corresponden a las universidades están también por debajo de la media nacional.

-La ley hace especial incidencia en la internacionalización. De hecho, desde 2029 los estudiantes tendrán que certificar el B2 para graduarse...

-En un horizonte mucho más globalizado ese concepto de internacionalización tiene que pasar también por la atracción de estudiantes internacionales a las universidades de la Región. Es básico incrementar la oferta de titulaciones en inglés, también para ser más atractivos. De alguna manera hay que, entre comillas, obligar a las universidades a traccionar alumnos extranjeros. La propia comunidad también llevará la oferta académica de sus universidades a cualquier sitio donde pueda estar presente.

-Comentaba que las universidades españolas perderán en el medio plazo 190.000 estudiantes. ¿Y en la Región?

-Sobre los 6.000 estudiantes más o menos.

-¿Y está el mapa regional de títulos dimensionado para hacer frente a ese contexto?

-Lo que hay que hacer es ser más atractivos para atraer también nuevos estudiantes. En el mercado global de estudiantes a nivel mundial estamos viendo cómo hay universidades que están siendo muy atractivas.

-¿La ley contempla de alguna manera la posibilidad de eliminar grados que no alcancen un número mínimo de alumnos?

-No, en principio la ley no, otra cosa es que puedan desarrollarse otro tipo de normas a futuro.

-El anteproyecto hace especial incidencia en la colaboración público privada en la financiación de las universidades.

-La colaboración público-privada ya es esencial, y lo será más en futuras anualidades. Es cierto que la norma pone algunas reservas, por ejemplo, en el caso de las cátedras: tendrá que haber siempre un profesor de la universidad al frente de estas cátedras; de este modo se asegura también la calidad. La financiación vinculada a los objetivos también estimula la colaboración público-privada, y sobre todo en el ámbito de la investigación.

-El exceso de burocracia es una queja unánime entre los profesores e investigadores universitario. ¿Se rebaja?

-Hemos tratado de combinar la transparencia de la actividad que realizan las universidades, sobre todo cuando se hace con dinero público, y por otro lado la simplificación en la medida que los procedimientos permiten, como por ejemplo, en la simplificación en las justificaciones de gasto. El objetivo es bajar la complejidad burocrática que tienen determinados procedimientos en la universidad.

-El impulso a la investigación apunta a los estudiantes y también a los científicos senior...

-Queremos que haya un compromiso para que los estudiantes se inicien en la investigación durante su periodo de formación, en la etapa más inicial, y que se estimule a los grupos de investigación para generar patentes. Para ello se reconocerá un porcentaje de retorno de 'royalties' que vaya dirigido directamente a los investigadores. Todas las universidades deberán dedicar al menos el 6% de su presupuesto anual a programas propios de investigación, desarrollo e innovación, y se reserva un 15% de la oferta pública de empleo para personal investigador procedente de programas de excelencia, tanto nacionales como regionales.

-Si las universidades aspiran a recibir fondos extra, deberán alinear sus líneas de investigación a los intereses estratégicos de la Región, dicta el anteproyecto.

-Hay que adecuar la investigación en algunos casos a las necesidades de la Región. En un momento puede ser importante intensificar la investigación en un ecosistema determinado, y en otro hacer un desarrollo de tecnologías cuánticas aplicadas a la industria agroalimentaria, por ejemplo. La gran ventaja es que tenemos un sistema que es muy sólido en investigación desde las universidades, y por tanto, pueden dar respuesta a las demandas que podemos tener en diferentes sectores, ciencias agrarias, sectores tecnológicos, industriales...

-¿Qué medidas se han planteado para la retención del talento?

-Está previsto hacer una reserva de un 15% de plazas no solo destinadas a programas de excelencia nacionales, sino también regionales. La medida está pensada para darle continuidad al programa Saavedra Fajardo, que está permitiendo el retorno permanente de investigadores que se encontraban fuera de España. Ese 15% de reserva de plazas en las universidades estará reservado para quien proceda de estos programas de retorno.

-Decenas de estudiantes ven cada curso revocada su beca de estudios. ¿Prevé la ley alguna asignación?

-Los programas de ayudas y becas al estudio, como el que este año contempla 2,1 millones de euros en los presupuestos para responder a ese principio que ningún estudiante puede quedar fuera del sistema, quedarán incluidos en la ley regional. Hasta ahora lo que había era un compromiso por parte del Gobierno regional, pero la nueva ley lo consolida.

-¿Cómo afronta el verano el Mar Menor?

-Con calor. El Mar Menor es un ecosistema extremadamente frágil. Es el más monitorizado probablemente de Europa, y ahora no hay parámetros que sean distintos del año pasado por esta fecha, excepto uno, que es el calor. Estamos ya en los 30 grados. El Mar Menor es además un mar que se calienta más que el Mediterráneo. Es extremadamente frágil, y dependiente de las perturbaciones. El primer elemento que perturba al Mar Menor es el acuífero del Campo de Cartagena, por la intrusión que supone. Ya no solo porque tenga su máxima expresión en El Albujón, sino porque también por el subsuelo está entrando una cantidad importante de agua desde el acuífero.

-Los Presupuestos recogen una partida para la adquisición de terrenos para la futura ejecución de proyectos de renaturalización en torno al Mar Menor. ¿Dónde se van a adquirir y qué proyectos hay pensados?

-Lo están viendo desde la Dirección General de del Mar Menor. Hay terrenos cerca de zonas de humedales que probablemente podrían incorporarse.

-¿Comenzarán este año con el plan hidrológico-forestal en la cuenca vertiente al Mar Menor?

-Sí, de hecho ya se están haciendo algunas actuaciones en las cabeceras, en las sierras de Altaona, de Escalona y de Carrascoy. Vamos a intensificar también en los próximos meses las actuaciones allí, básicamente para tratar de amortiguar las aceleraciones de agua que se producen en las cabeceras y que luego terminan desembocando en el Mar Menor.