Los alumnos reciben formación para resolver conflictos de forma pacífica. Cruz Roja
Acción Solidaria | Fundación 'La Caixa'

Los jóvenes de mazarrón potencian la 'cultura de la paz'

Cruz Roja desarrolla un programa para personas de entre seis y treinta años en el que se les enseña a resolver conflictos mediante el diálogo y la empatía

B. M.

Lunes, 21 de marzo 2022, 03:10

La sociedad lleva un tiempo mostrando su peor cara. Los dos ataques racistas que se produjeron el año pasado en la Región y más recientemente la guerra de Ucrania son dos ejemplos de diferentes tipos de violencia que, pese a las diferencias obvias entre las dos situaciones, ambas provocan un clima de tensión que no ayuda a la convivencia en paz de personas de cualquier ideología política, raza o religión. Esta escalada de los conflictos es evidente para aquellas entidades como Cruz Roja, una ONG humanitaria al pie del cañón en toda España que apoya a los colectivos más vulnerables y fomenta actividades sociales y medioambientales. «Mazarrón es un municipio en el que cohabitan todo tipo de culturas y estaban surgiendo problemas de convivencia tanto entre los vecinos como en los propios centros escolares», explica la coordinadora de Juventud en la Región, María del Mar Román.

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Esta problemática que se vivía en las calles fue un revulsivo para la entidad, que decidió ponerle freno mediante programas que enseñaran a los jóvenes a dejar atrás estas conductas, a convivir de manera pacífica y a abrazar lo que se conoce como 'cultura de la paz'. Así surgió el programa 'Participación juvenil para la prevención de conductas violentas', una idea que dio sus primeros pasos en enero de este mismo año y que ha sido reconocida por Fundación 'la Caixa', que lo seleccionó en su convocatoria de ayudas a iniciativas de inserción sociolaboral y de interculturalidad de 2021.

El proyecto se divide en cuatro fases y tiene como objetivos reducir los riesgos y la frecuencia de los problemas sociales y fomentar el entendimiento. Todo ello se realiza mediante la sensibilización y capacitación de jóvenes de entre 6 y 30 años para que se conviertan en agentes mediadores en los conflictos que ocurren en su entorno más cercano. La primera etapa del proyecto, que tuvo lugar el pasado enero, se centró en contactar con los colegios e institutos de Mazarrón para proponerles la iniciativa y desarrollar y programar con ellos una serie de talleres relacionados con la gestión de conflictos para alumnos, Primaria, Secundaria y Formación Profesional.

María del Mar Román: «La inteligencia emocional ayuda a que las nuevas generaciones se impliquen»

La buena acogida de la idea por parte de los centros permitió que el pasado mes diera comienzo la segunda fase, que se realizará hasta el próximo mayo. En ella, profesionales de Cruz Roja realizan en los centros tres sesiones de sensibilización por grupo participante en las que «a través de dinámicas y juegos adaptados a la edad de cada clase, los alumnos ven que existe otra forma de resolver conflictos de manera pacífica y que hay conductas seguras que pueden ayudarnos a fomentar una convivencia positiva», explica Irene Navarro, técnica de Juventud en Cruz Roja.

La tercera etapa dará comienzo el próximo junio y en ella se pretende conseguir un impacto comunitario. Los jóvenes que hayan recibido las charlas y que deseen seguir aprendiendo sobre resolución de conflictos podrán apuntarse como voluntarios para profundizar en estos conocimientos mediante sesiones de capacitación dos veces por semana, 28 en total, «en las que aprenderán a realizar estas acciones de sensibilización. Van a actuar como si fueran agentes que deben explicar a los demás lo que han aprendido. La idea es que formen un equipo», resume Navarro, quien se muestra muy optimista con esta fase porque «ya tenemos a muchos chicos interesados».

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Una vez que han sido formados, estos jóvenes pasan a una cuarta fase en la que, además de actuar en su entorno más cercano, realizarán con el apoyo de los profesionales de Cruz Roja actividades de difusión entre las que se prevé «una visita a la radio para que expliquen el proyecto, un corto para transmitir esas conductas positivas o una yimkana en la que harán de monitores y, si hay alguna disputa, tendrán que ayudar a resolverla», enumera la técnico de Cruz Roja.

Mucho más participativos

El poco recorrido del proyecto contrasta con los grandes resultados que ha tenido desde que está en funcionamiento. Irene Navarro enfatiza el interés de los alumnos que ya han recibido estos cursos, algunos de los cuales se han mostrado muy proclives a continuar.

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«Acabamos de terminar en el instituto Felipe II y, aunque eran grupos de diferentes edades, todos han salido muy contentos. Muchos de ellos ya están interesados en estar en la tercera etapa de la iniciativa», resalta.

Este interés que han mostrado los alumnos casa a la perfección con unas generaciones que «cada vez son más participativas», señala María del Mar Román, una cualidad que la coordinadora de Juventud aboga por incentivar no solo entre los jóvenes, sino en toda la comunidad educativa. «Tenemos un gran trabajo por delante. Cada vez hay más plataformas, pero nadie les enseña cómo formar parte de ellas. Participar es estar, pero también es implicarse», recalca.

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Además, los talleres potencian en ellos una serie de habilidades sociales (empatía, asertividad, comunicación o apego, entre otros) que Navarro considera imprescindibles en una época «en la que con la evolución de las nuevas tecnologías los jóvenes pasan más tiempo en casa y no desarrollan tanto estas áreas». Esta opinión la comparte María del Mar Román, quien ve muy difícil que se produzca un cambio en estas generaciones «si no están formadas en ciertos valores. La inteligencia emocional es la base», sentencia.

Aunque el curso está destinado a los jóvenes, las enseñanzas recala también en las profesionales de Cruz Roja. En este sentido, Román valora cada día con ellos como «un aprendizaje constante» en el que no faltan «nuevas maneras de ver la vida, nuevas problemáticas. Te enseñan otra perspectiva», enfatiza.

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