El catedrático de Ecología de la Universidad de Alcalá, José María Rey Benayas, ayer. José María Rodríguez / AGM
Catedrático de Ecología de la Universidad de Alcalá y experto en la introducción de modelos ecosistémicos en zonas agrícolas

José María Rey Benayas: «La sociedad es cada vez más reactiva a modelos agrícolas muy negativos para el medio ambiente»

El catedrático afirma que la plantación de setos o islotes de biodiversidad mejora la producción agraria y ahorra costes

Jueves, 25 de abril 2024, 00:41

José María Rey Benayas, catedrático de Ecología de la Universidad de Alcalá y experto en la introducción de modelos ecosistémicos en zonas agrícolas, fue el ... invitado a la ponencia principal del primer día en el congreso sobre el Mar Menor celebrado ayer en Cartagena. El científico afirma que un modelo extensivo que respete la biodiversidad «no tiene que ser un enemigo» para los agricultores y que los paisajes agrícolas deben también dejar áreas sin cultivar. «Al menos un 20% de la superficie de un territorio agrario debería ser dejado para la vegetación natural o seminatural», defiende.

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La remodelación por la que tendría que pasar el Campo de Cartagena conlleva introducir «la biodiversidad de una forma útil para la agricultura». Para Rey Benayas, es «obvio» que no solamente la agricultura intensiva contribuye o es responsable de los problemas actuales del Mar Menor. «Llegan vertidos urbanos e industriales y llegan vertidos de los campos agrícolas, pero los vertidos industriales y los urbanos están más canalizados, más conducidos, tienen más oportunidades de ser atacados». Por contra, para el catedrático «la agricultura crea unos problemas muy difusos porque se extiende por muchas partes del territorio, por lo que son más difíciles de atacar».

Las soluciones a «estos problemas complejos tienen que ser a pie de campo con el agricultor». Rey explica que hay muchas herramientas y técnicas en distintos modelos de agricultura «que podemos utilizarlas a la carta, según el campo agrícola y el cultivo concreto».

La implantación de setos es una medida «imprescindible» para la «retención de pesticidas, de agroquímicos», y ayudarían a favorecer la biodiversidad silvestre, lo que mejoraría «la producción agrícola y ahorraría insumos a los productores». Esa pequeña merma de superficie cultivada «es compensada con creces por los beneficios que reportan». Precisamente, hace varios años la Consejería de Agricultura de Murcia contrató a este catedrático de la Universidad de Alcalá para realizar un diseño de barreras vegetales en la cuenca sur del Mar Menor.

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«La evidencia científica muestra cómo una barrera vegetal o unos islotes forestales en las esquinas de los campos de cultivo, con una composición de plantas bien diseñada (pone de ejemplo las raíces fasticulosas, que retienen el agua y fijan el suelo), podrían frenar más del 90% de los sedimentos que arrastra la escorrentía superficial y retener cantidades de entre el 70 y el 90% de la concentración de fósforo en la escorrentía superficial y subsuperficial, es decir, en los primeros centímetros del suelo», explica en una entrevista para LA VERDAD.

La agricultura «amiga de la biodiversidad», concluye Rey Benayas, «no es incompatible con los ingresos de los agricultores». El campo debe ser un medio de vida «sostenible a nivel ambiental y financiero». Lanza un aviso para quienes todavía no se quieren enterar: «Todos estamos en el mismo barco. La sociedad cada vez es más reactiva a modelos de agricultura que son muy negativos para el medio ambiente».

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