Una investigación destapa en Águilas 1.656 archivos de perversión extrema

Los policías nacionales del Grupo de Ciberdelincuencia de la UDEV de la Región observaban con estupor cómo la máquina seguía funcionando, compartiendo vídeos de perversión extrema. Habían entrado a la casa del supuesto pedófilo que habían estado buscando y, en aquel preciso instante, comprobaron que el portátil estaba ejecutado el programa 'eMule' y que estaba realizando descargas y, al mismo tiempo, distribuyendo pornografía infantil.

Los agentes, curtidos en batallar contra la depravación que circula en la Red, se asombraron al comprobar la crueldad de los vídeos en los que aparecían decena de niños de muy corta edad violados por pederastas. «Archivos de gran dureza visual», destacaron los investigadores en las diligencias.

El poseedor de esos vídeos era W. P. C. un jornalero boliviano, que residía en Águilas junto a su hermana y que había distribuido presuntamente, a través del programa de intercambio de archivos P2P, 1.656 imágenes y vídeo con contenido pornográfico infantil. Además, guardaba en un disco duro externo 3.3 terabytes (3.000 gigas) de contenido porno infantil, o lo que es lo mismo, cientos de miles de archivos donde aparecían menores agredidos sexualmente por adultos.

W. P. C. fue detenido en su domicilio en enero del año pasado, acusado de un delito de posesión y distribución de pornografía infantil e ingresó en prisión provisional. En su declaración, reconoció que todos los vídeos encontrados eran suyos, pero su abogado, el penalista Eduardo Simó, que asumió su defensa, alega que faltan diligencias de prueba por practicar que demuestren que realmente su cliente distribuía el material pornográfico.

«Tras más de un año en la cárcel vamos a solicitar su libertad, puesto que tiene un claro arraigo en España y no existe riesgo de fuga ni posibilidad alguna de que destruya ningún tipo de prueba», indica el letrado.

¿Cómo llegaron los policías nacionales hasta este supuesto pedófilo? El Grupo de Protección al Menor de la Brigada Central de Investigación Tecnológica, de la Comisaría General de Madrid desarrolla investigaciones para luchar contra la distribución y tenencia de material pornográfico infantil en Internet. Para ello, los expertos en ciberdelincuencia emplean aplicaciones especializadas en el rastreo del programa 'eDonkey', de intercambio de archivos, en busca de pedófilos que distribuyen pornografía infantil en esta red.

Esta exploración arroja unos datos en los que se muestra el número de archivos que cada usuario comparte, la dirección IP del ordenador, la fecha, la hora, y nombre con el que cada archivo se comparte con el resto de personas conectadas a 'eDonkey'.

En una de las pesquisas de diciembre de 2022, uno de los policías nacionales de este grupo se fijó en una dirección IP concreta. 'Alicia the legend' y 'Candy Girl' son solo dos de los más de 1.600 vídeos sexuales protagonizados por menores de edad que un ordenador había distribuido en masa a otros usuarios.

«Ha sido posible identificar a un usuario ubicado en nuestro país que ha distribuido 1.656 archivos de contenido pornográfico infantil», reseñó el agente en su informe. Los investigadores descubrieron, a través del proveedor del servicio de internet, el titular de la dirección IP detectada y que estaba situada en el municipio de Águilas.

Los agentes solicitaron al Juzgado de Instrucción número 1 de Lorca una orden de entrada y registro en el domicilio y fue autorizada en enero de 2023. El registro, realizado por agentes del Grupo de Ciberdelincuencia de la Región, duró varias horas debido a la cantidad de material pornográfico que almacenaba el sospechoso.

Los investigadores intervinieron en la habitación del detenido un ordenador portátil, otro de mesa y un disco duro. En las tripas de los dispositivos hallaron «una cantidad ingente de cientos de miles de archivos con contenido de pornografía infantil de gran dureza visual, manifestando W. P. C. de forma verbal que son de su propiedad», exponen las diligencias del caso.

Y mencionan la extrema crueldad de los vídeos hallados en tres carpetas concretas. Una llamada 'Segunda 24' la cual contenía 87 elementos de contenido sexual de menores. El contenedor 'Tercera', con 154 archivos, y la carpeta 'Incoming' con 95 vídeos pedófilos.

Mientras, se producía el arresto del propietario de todo este material como presunto autor de un delito de corrupción de menores por posesión y distribución de pornografía infantil, el programa seguía funcionando y compartiendo archivos de explotación sexual infantil con pedófilos de todo el mundo.

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