Imagen de archivo de una protesta en Cartagena por las agresiones a sanitarios. J. M. Rodríguez / AGM

Los insultos, amenazas y agresiones a sanitarios se disparan con 450 casos declarados hasta agosto

Los profesionales denuncian que sufren una media de 15 ataques semanales, la mayoría verbales, aunque también se registra violencia física

Viernes, 22 de agosto 2025, 00:37

La violencia contra el personal sanitario se ha convertido en una de las grandes amenazas para el sistema de salud en la Región. Según datos ... del Observatorio Contra las Agresiones, hasta mediados de agosto se han declarado ya unas 450 agresiones a profesionales sanitarios, lo que supone una media de 15 incidentes semanales notificados en la web del Servicio Murciano de Salud (SMS).

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La presidenta del Observatorio, Soledad Guillén, advierte de que esas cifras son solo «la punta del iceberg, ya que nos llaman compañeros que han sido agredidos y ni siquiera notifican el caso por miedo a represalias o por la sobrecarga asistencial que en verano es todavía mayor».

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El balance provisional anticipa que 2025 podría cerrar con una cifra de incidentes similar o incluso superior al de 2024. Según los datos hechos públicos en marzo por la Consejería de Salud, el pasado año se registraron 661 agresiones en centros y servicios sanitarios, que afectaron a 778 profesionales. Ese dato ya supuso un aumento del 27% con respecto a 2023, y consolidó una tendencia al alza que se observa desde la pandemia. En los últimos cinco años, el número de ataques validados alcanza los 2.323 casos, el doble que antes de la crisis sanitaria de 2020.

Aunque los golpes y las lesiones físicas tienen mayor visibilidad pública por la gravedad, el grueso de los ataques son verbales. Cerca del 90% de las notificaciones corresponden a insultos, vejaciones o amenazas graves, como advertencias de muerte o intentos de intimidación con objetos. El resto, entre un 8% y un 10%, son agresiones físicas con empujones, bofetadas o puñetazos.

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La portavoz insiste en que la agresión verbal no puede minimizarse. «El daño psicológico que provocan los insultos y amenazas es enorme. Muchos compañeros terminan con ansiedad, depresión o incluso estrés postraumático».

Uno de los principales motivos suele ser porque un usuario exige ser atendido antes que el resto

Las causas más comunes suelen ser los tiempos de espera, usuarios que no aceptan un diagnóstico o pacientes que exigen ser atendidos antes que el resto. «Lo habitual es que quieran pasar por delante de los demás porque creen que su caso es más grave. Si no lo consiguen, levantan la voz, amenazan o incluso levantan la mano», explica Guillén.

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La agresión, señala la portavoz, va más allá del profesional afectado, ya que se genera un clima de miedo y malestar en el centro de salud o el servicio de urgencias, y muchas veces se tiene que llamar a la Policía o la Guardia Civil para controlar la situación.

Los servicios más afectados

Los datos indican que las agresiones son más frecuentes en los servicios de urgencias extrahospitalarias (Suap y 061) y en los domicilios de pacientes, donde los sanitarios pierden la protección que les da el entorno sanitario. Allí, además de enfrentarse a pacientes alterados, tienen que lidiar con familiares que increpan y amenazan. También hay centros especialmente conflictivos, aquellos ubicados en barrios conflictivos de las principales ciudades de la Región.

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En cuanto al perfil de las víctimas, la mitad de las agresiones son en Atención Primaria a médicos, sobre todo médicas jóvenes, muchas de ellas extranjeras. En hospitales, las más afectadas son las enfermeras y auxiliares en las plantas de hospitalización.

Los casos más recientes

Si los 450 casos declarados son la punta del iceberg, las agresiones que se publican, las que salen a la luz, son solo el pico de la punta de esa montaña de casos sumergidos. El último conocido se produjo este martes en el SUAP de Cieza, donde dos mujeres fueron detenidas tras agredir e incluso morder a un médico, una enfermera, un celador y un vigilante de seguridad. El sindicato Satse denunció la «brutal agresión» y advirtió de que los afectados arrastran «consecuencias físicas y emocionales» tras el ataque.

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Dos días antes, en el hospital de Molina de Segura, una paciente en estado de embriaguez golpeó en la cara a un médico de Urgencias e insultó a varios empleados del centro. Fue arrestada por la Policía Nacional y condenada a seis meses de prisión por un delito de atentado contra la autoridad.

Este año todo apunta a que se cerrará con una cifra de incidentes superior a la de 2024, cuando hubo 661 denuncias

En junio, en Murcia, un hombre con antecedentes fue detenido tras amenazar a un técnico de emergencias en el centro de salud de San Andrés. Fue condenado a cuatro meses de prisión y le prohibió acercarse a la víctima durante 16 meses.

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Los tribunales también han dictado otras condenas significativas este año. En mayo, una paciente del hospital Santa Lucía fue sentenciada a 14 meses de prisión por agredir en abril a dos médicos, en lo que el Colegio de Médicos calificó de «precedente ejemplarizante».

En el mes de febrero, dos agresiones en consultorios de Alguazas y La Unión motivaron una concentración de protesta por la «creciente ola» de ataques al personal sanitario.

La Policía da apoyo con un mediador

Tanto el Observatorio como los sindicatos insisten en que las agresiones deben denunciarse siempre, «ya que sin ella es como si no hubiese pasado nada». La Policía Nacional dispone de la figura del interlocutor policial sanitario, encargado de asesorar medidas de autoprotección, pero para que los casos lleguen a los juzgados es necesario que exista denuncia. Sin embargo, muchos profesionales no se atreven a dar el paso por miedo a represalias. Por ello, reclaman que sea el propio Servicio Murciano de Salud el que denuncie de oficio. Con la tendencia actual, el año podría cerrar con más de 700 incidentes registrados, una cifra similar a la del año pasado.

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Protesta por la agresión a un sanitario en Alguazas en febrero. Kiko A. / AGM

El Observatorio pide sanciones económicas «inmediatas»

La Comunidad Autónoma aprobó en 2024 el II Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones a Profesionales del SMS, con medidas que incluyen la instalación de cámaras de seguridad, más vigilancia, formación específica para el personal y la campaña de concienciación 'Cuídame tú también'. Sin embargo, el Observatorio considera que el protocolo «no funciona»: «Se ha avanzado en algún aspecto, como considerar agresión, las amenazas a través de redes sociales, pero los números demuestran que los casos siguen creciendo. El problema principal es el cara a cara en consultas y urgencias y no se resuelve».

En este sentido, Guillén reclama más vigilantes de seguridad en muchos centros de salud y en los consultorios rurales. «Están en pueblos muy pequeños, alejados, los llamados 'puntos de especial aislamiento' y no tienen ninguna protección ni tienen siquiera un cuartel de la Guardia Civil o de la Policía cerca. Estos profesionales están completamente vendidos, y abandonados por el Servicio Murciano de Salud porque no tienen la seguridad que necesitan».

Desde el Observatorio también reclaman que se implanten las sanciones administrativas para los agresores, de modo que, ante los casos que no llegan a la vía penal, los agresores tengan que afrontar multas económicas de forma inmediata. «Nosotros pensamos que esto sería una medida disuasoria. Hoy en día, la mayoría se va indemnes, sembrando el terror y obligando a los profesionales a pedir traslados o bajas», concluye Guillén.

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