Las inspecciones en la Región de Murcia frenan la entrada en Europa de partidas de alimentos contaminados
La red comunitaria notificó al menos seis alertas por problemas en pescados, verduras o lácteos de terceros países entre 2019 y 2022
Las alertas sanitarias en Europa han permitido conocer que en España se han detectado, desde principios de año, varios casos de alimentos importados de terceros ... países que contenían salmonela, novovirus, sustancias cancerígenas, pesticidas por encima de los niveles permitidos, hongos o bacterias. La detección, hace unos días, del virus de la hepatitis A en fresas procedentes de Marruecos con destino España ha encendido los ánimos del sector primario en pleno periodo de movilizaciones por parte de agricultores y ganaderos. La falta de controles en las producciones de alimentos en terceros países que luego se exportan a Europa está en los primeros puestos de la lista de denuncias de las organizaciones agrarias, que ven en esta alerta del sistema comunitario Rasff (Rapid Alert System Feed and Food) un ejemplo claro del problema.
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En los últimos cinco años, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición notificó a esta red europea de vigilancia más de 1.400 alertas tras detectar hongos, bacterias, virus, niveles altos de sustancias químicas o ingredientes no autorizados en productos que cruzaron las fronteras españolas. La inmensa mayoría de estos alimentos llegaron desde otros continentes o países europeos de fuera de la UE y hacían escala en territorio español antes de alcanzar su destino final en otras naciones. La mayoría fueron catalogados con un nivel de riesgo 'grave' o 'potencialmente grave'.
En la Región de Murcia, este organismo del Ministerio de Consumo avisó al sistema Rasff de al menos seis casos de alimentos contaminados entre los años 2019 y 2022. Entre esos avisos por riesgo, uno de ellos se debió al mal estado de productos hortofrutícolas, otro por problemas en bebidas lácteas, otro detectado en la comercialización de pescado y uno más por condimentos o especias.
Sin embargo, la agencia no menciona en qué puesto fronterizo fueron detectadas estas intoxicaciones, el origen del producto y su destino. La mayoría de estos casos se detectan en Cataluña, Madrid y Andalucía, y las alertas de la red europea cuentan 159 avisos de España por problemas en importaciones llegadas de China, 140 de Marruecos, 104 de India, 70 de Brasil o 30 de Turquía desde 2019 hasta este mes de marzo.
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Por otro lado, los mayores controles, tanto sanitarios como del estado de los alimentos, que se llevan a cabo en España permitieron identificar entre 2019 y 2022 al menos 86 casos de productos que se iban a importar desde Murcia a otros países.
«El consumidor puede tener la total garantía de que los productos que entran por los puertos españoles son sanos», dice el jefe de control fronterizo
La mancha negra en limones
La Región de Murcia mantiene controles sanitarios en todas las aduanas para camiones y en el Puerto de Cartagena, una infraestructura clave en el comercio exterior de España, que hace cuatro años vivió uno de los casos más graves en cuanto a importaciones extranjeras contaminadas que ha vivido recientemente la Comunidad. La aparición reiterada de la mancha negra, una enfermedad fúngica, en varios cargamentos de limones llegados desde Argentina hasta Cartagena y a otras ciudades portuarias de España obligó a la Unión Europea a decretar el cierre de las fronteras comerciales con el país sudamericano.
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Notificaciones en 2022 en España y número de casos
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Salmonella 79
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Listeria 31
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Novovirus 21
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Histamina 16
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E. Coli 11
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Anisakis 5
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Moho 2
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Insectos 2
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Hepatitis A 1
Este caso lo recuerda bien Pedro Oliver, jefe del puesto de control fronterizo en el puerto cartagenero. «Los controles en sanidad vegetal son muy estrictos porque, por ejemplo, tenemos que proteger nuestra producción de limón murciano» para evitar la transmisión de infecciones. La legislación europea establece unos parámetros básicos «que pueden ser ampliados por España, y nosotros los tenemos ampliados». Los inspectores del puesto fronterizo ofrecen la «garantía» de que cualquier producto que pase por el puerto de Cartagena reúne «todos los requisitos» de seguridad alimentaria exigidos, sentencia Oliver. «El consumidor puede tener la total garantía de que los productos que entran por los puertos españoles son sanos».
¿Cómo funciona el control?
Las inspecciones que se llevan a cabo en el Puerto de Cartagena pueden ser de varios tipos. «Hay controles documentales, controles de identidad y también físicos, que son donde se toman las muestras», explica a LA VERDAD María Rosell García, directora del área de Sanidad de la Delegación del Gobierno en Murcia, un departamento que, junto al de Agricultura, cumple con las competencias en la vigilancia sanitaria de las importaciones agroalimentarias, que dependen del Estado.
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«Hay tres equipos de inspectores, compuestos por veterinarios e ingenieros agrónomos -subraya Oliver-. Cada uno sabe qué es lo que está pasando con las principales enfermedades en los países de origen». Ante una mercancía sospechosa, esta se inmoviliza a la espera de los resultados de los análisis. Volviendo al caso del año 2020: «Mediante un análisis de PCR en el laboratorio, se tiene la certeza total de si hay mancha negra o no; pero hay otra serie de muestreos que se hacen sin sospecha, que son aleatorios», para detectar pesticidas o plaguicidas.
Para evitar que se produzcan retenciones, las mercancías se liberan para que sigan su tránsito comercial. Sin embargo, los inspectores registran la trazabilidad del producto para saber hacia dónde se dirige y alertar en caso de peligro. «Hay que conjugar las necesidades de abastecimiento de los mercados con los criterios de seguridad alimentaria». Si hay sospechas, «siempre se va a paralizar la mercancía». Según el tipo de positivo que se haya producido, se procede a la destrucción de los productos, su expedición a un tercer país o se les aplica un tratamiento.
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Asaja pide el cierre de las fronteras con Marruecos
Al hilo de la llegada de las fresas contaminadas, Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja Murcia, reclama al Gobierno de España el cierre de las fronteras comerciales con terceros países hasta que no se pueda establecer un sistema garantista de control de mercancías y vigilancia fitosanitaria. «Exigimos mayor rigor y celo en el control de los contingentes con aranceles y precios de entrada para acabar con casos que pueden perjudicar tanto a la salud humana como a la sanidad vegetal».
Gálvez recuerda la crisis que se vivió durante la alerta de sandías de Marruecos con plaguicidas el verano pasado. El aviso europeo de esta semana se debió, principalmente, al riego de las fresas con aguas fecales. El dirigente agrario apuesta por los acuerdos preferenciales entre países vecinos de la UE y demanda que tanto Consumo como el Ministerio de Agricultura tengan más transparencia en cuanto al análisis de los alimentos de terceros países que se realizan en España.
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