El guardia civil que dio comida a un indigente: «Ese hombre me conmovió»
El agente captado en un vídeo mientras hacía esta obra de caridad en Cartagena asegura que «me dolió su situación»
En esa bolsa de supermercado había tanta entereza y vocación de servicio como en la más intrincada de las operaciones policiales. El guardia civil ... José Luis Vallés García abandonó esta semana el anonimato gracias a un gesto sencillo y cargado de mensaje: el de darle de comer al hambriento. En mitad de las encarnizadas discusiones que pueblan las redes sociales, la filantropía de este agente cartagenero, de 52 años, treinta de ellos en el cuerpo, brilla con luz propia. Su vídeo ofreciéndole a un indigente una bolsa con comida enterneció a los internautas y se hizo viral en cuestión de horas.
«Ese hombre me conmovió», reconoce con un nudo en la garganta el guardia civil, natural de Los Barreros y padre de tres hijos, en declaraciones a 7RM. «Me dolió su situación y yo solo quería hacerle el bien».
José Luis –que lleva 21 años prestando servicio en el subsector de Tráfico– y su compañero recibieron una llamada el jueves por la mañana alertando de la presencia de un hombre andando por el borde de la carretera en la vía que une Cartagena con La Azohía. Tras una primera pasada en la que no dieron con él, los guardias tropezaron finalmente con el 'sin techo' cerca de Perín.
Un destino imposible
«Era un hombre bajo. Me conmovió porque le vi poca cosa», relata el agente. «Se le veía fatigado, cansado...». El guardia civil se interesó por el estado del hombre y este acabó confesándole que llevaba tres días sin llevarse comida a la boca. «Eso fue lo que me mató», confiesa. «Me derrumbó». El ciudadano, de 63 años y que arrastraba un gran carro, explicó a los agentes que trataba de llegar a Totana para buscar en las basuras y estos, tras ofrecerle una botella de agua y una mascarilla, le dijeron que entrañaba un gran riesgo y que, mejor, buscase refugio en Perín.
«Me dijo que llevaba tres días sin comer y eso me derrumbó», confiesa José Luis Vallés. «Me mató»
Tras marcharse, a José Luis algo se le removió dentro. «Yo no podía dejar a ese hombre desvalido, en esas condiciones», recuerda el agente. Este paró su moto en la puerta de un supermercado de Canteras y, de su bolsillo, llenó una bolsa con dos barras de pan, un zumo de naranja, una lata de atún, caballa, jamón cocido, unos tomates y unos pepinos. Los agentes regresaron y, tras encontrar al hombre descansando bajo un árbol, José Luis le entregó la comida y le deseó suerte. «Mi corazón me demandó actuar de la forma en que lo hice», remarca. «No se le entendía mucho, pero se le veía que estaba agradecido».
Su compañero grabó el gesto con su móvil y el vídeo corrió como la pólvora por las redes sociales. La propia Benemérita hizo un hilo en su cuenta oficial de Twitter en el que contaba este emotivo acto de solidaridad. El capitán de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Agapito Cánovas, destacó ayer que «el hecho de que un miembro de tu equipo preste este servicio altruista enorgullece tanto a él como al Cuerpo al que representa».
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