Un fugitivo inglés cae en una operación por tráfico de armas

Dos pájaros de un tiro. Una macroperación de la Guardia Civil contra una organización dedicada al tráfico de armas ha permitido destapar el paradero de uno de los fugitivos más buscados de Inglaterra. Tony Ager se ocultaba en una vivienda de la calle Cartagena, en el murciano barrio de El Carmen. Un piso en el que supuestamente la red ocultaba un importante número de armas y en el que, a primera hora de la mañana de ayer, fue detenido, junto a una mujer, el que es considerado su presunto cabecilla.

Ager estaba en búsqueda y captura desde hacía un lustro en relación con una grave agresión que perpetró en una calle de Cambridge el 2 de mayo de 2015, según la información facilitada por las autoridades británicas. Una pista situó al sospechoso, de unos 35 años de edad y unos 1,82 metros de altura, en España en el año 2019, pero su paradero hasta ayer era una incógnita. En los detalles sobre su búsqueda, las autoridades británicas alertaban de su peligrosidad.

El fugitivo, natural de Cambridge, cayó en una macrorredada que la Guardia Civil desplegó ayer en la Región y que se salda, por el momento, con ocho detenidos. Según explicaron fuentes cercanas al caso, a lo largo de la mañana del miércoles se realizaron seis registros en domicilios de Murcia (3) –algunos en el barrio de El Carmen y otro en la pedanía de Cobatillas–, Las Torres de Cotillas (2) y Santomera. Un número que estaba previsto que aumentara en las próximas horas.

A los arrestados se les imputan presuntos delitos de organización criminal, tráfico de armas, robos, estafas... Además, algunos de los arrestados en esta operación del Instituto Armado están acusados de perpetrar varios vuelcos de plantaciones de marihuana –esto es, robos entre organizaciones de traficantes–.

El sobrevuelo de un helicóptero sorprendió a primera hora a los vecinos de la capital. El Instituto Armado controlaba desde las alturas el desarrollo de una operación cuya investigación llevaba meses gestándose. El despliegue de agentes en la calle Cartagena no pasó desapercibido y fueron varios los vecinos que se arremolinaron en torno al dispositivo para seguir de primera mano el traslado de los detenidos, entre ellos el presunto cabecilla de la banda. Varios agentes uniformados custodiaron el portal mientras un equipo de guardias civiles se afanaban en el registro de la casa del principal sospechoso.

El asunto, según explicaron fuentes cercanas al caso, se está centralizando desde Madrid y el juzgado instructor ha decretado el secreto de sumario. Está previsto que los detenidos pasen a disposición judicial en las próximas horas. La operación continúa abierta y no se descartan más registros o detenciones.