La exnovia del acusado del asesinato de la turista de Singapur: «Era agresivo»
La testigo revela que el sospechoso del crimen le confesó tener problemas económicos que esperaba poder resolver pronto
Durante algunos años estuvieron unidos sentimentalmente, pero la exnovia de Ong Mitchell, el acusado de matar a la turista singapurense Audrey Fang en un bancal de Abanilla el pasado abril, no duda en dejarlo a los pies de los caballos. Esta joven ucraniana reconoció recientemente, en su declaración ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Cieza, que el acusado «era agresivo» y que le había confesado tener problemas económicos que esperaba resolver pronto. La testigo aseguró, incluso, que cuando se encontraron en España el pasado abril, días después del crimen, el sospechoso tenía unas lesiones en las rodillas de las que no acertó a dar explicación alguna.
La declaración de la exnovia del acusado, que se realizó por videoconferencia desde Kiev, era una de las pruebas más esperadas en la investigación de este cruento crimen, que ha llevado incluso al juzgado ciezano a solicitar una comisión rogatoria al país asiático. Según explicó la testigo, conoció a Mitchell en 2021 en una discoteca de Bruselas y desde entonces mantuvieron una relación sentimental con diversas «interrupciones». El año pasado esta mujer residía en Alicante y era habitual, según explicó, que Mitchell la visitara prácticamente cada mes. La testigo descartó que hubiera visitado alguna vez la zona de Abanilla con el sospechoso, pero sí recordó que en el verano de 2023 ambos se alojaron unos días en el Balneario de Fortuna.
Intento de reconciliación
En septiembre del pasado año, la pareja rompió su relación, pero Mitchell continuó enviándole flores y regalos. Según su declaración, a la que LA VERDAD ha tenido acceso, también le pedía a amigos en común que la vigilasen. «Me acosaba y me suplicaba que regresara con él», recalcó. En abril, el singapurense la invitó a España para intentar una reconciliación que ella no quería, pero ella accedió a ese viaje y él se encargó de buscar alojamiento en Alicante, un destino que ya conocían. La testigo aseguró desconocer el motivo por el que el sospechoso puso el hotel a su nombre.
A lo largo de su declaración, esta joven explicó que no sabía nada de la víctima y que desconocía que el investigado tuviese otra pareja. Mitchell fue captado por las cámaras de la estación de tren llegando a Alicante el 3 de abril, pocos días antes del crimen. Al hablarle de su llegada antes a España, este solo le comentó que tenía un encuentro previo con amigos en Barcelona.
La joven ucraniana asegura que Ong Mitchell le dijo que debería«estar feliz» de que él siguiera «normal» después de lo que había hecho
La exnovia del acusado llegó a España el 12 de abril y se marchó el 17, pero abandonó antes el hotel que compartía con Mitchell, según sostuvo, porque «tenía miedo». La testigo, aunque iba a aprovechar su estancia en Alicante para renovar documentación, aseguró que se marchó sin hacerlo por las discusiones que mantenía con él. La joven lo definió como «agresivo» y explicó que, por ejemplo, si iban a algún sitio y algún servicio no estaba a su gusto se tiraba al suelo a modo de rabieta hasta que a los minutos se le pasaba. La testigo reconoció que él le gritaba y recordó que en una ocasión, tras una discusión, le lanzó una silla.
En los días que compartió con él en España el pasado abril, tras el crimen, sostuvo que Mitchell tenía unas lesiones en las rodillas por las que ella le preguntó pero él no pudo darle ninguna explicación. La testigo también explicó a la jueza que un día se puso una camiseta con un dibujo rojo en la zona del pecho y la barriga y que él reaccionó extrañamente, quedándose «paralizado». Ante esa reacción, explicó la testigo, ella le preguntó qué le pasaba y que él le contestó que debería «estar feliz» de que él siguiera «normal» después de lo que había hecho.
La exnovia de Mitchell relató, además, a las partes que el acusado le había confesado tener problemas económicos. Ya en septiembre de 2023, según su versión, él le aseguró que tenía gente reclamándole un dinero y que iba a resolver pronto sus problemas de deudas. La joven explicó que Mitchell no le dio más detalles sobre la forma en que pensaba solucionar esos supuestos problemas, pero sí le remarcó que «pronto obtendría mucho dinero». El pasado abril, durante su estancia juntos en Alicante, él le anunció que recibiría ese montante en un plazo de dos meses y que compraría una casa en Alicante. Esta testigo hizo hincapié en que, pese a esas supuestas estrecheces, Mitchell disfrutaba de un nivel de vida alto.
El pasado junio, dos amigas de la víctima explicaron, en sus declaraciones, que Audrey y Ong Mitchell mantenían una relación al menos desde el año 2014 y que se conocieron a través de una red social de citas. También indicaron que se trataba de una relación «intermitente», y aunque no supieron definir qué tipo de vínculo les unía, señalaron que Audrey sí que parecía que tenía un interés romántico y sentimental con Mitchell. En este sentido, y según la impresión de las dos testigos, el interés de él era puramente económico, «para hacer negocios con ella». La familia de la víctima, representada por el abogado Manuel Martínez, defendió desde el principio la existencia de una motivación económica en el crimen.
Todavía no ha prestado declaración y está sin abogado
Pasan los meses, se suceden las versiones de unos y otros pero Ong Mitchell, el acusado del conocido como 'crimen del bancal', sigue sin abrir la boca. El sospechoso ingresó en prisión a comienzos de abril, tras ser detenido por el asesinato de la turista singapurense y después de que optase por no prestar declaración. En aquel momento, el supuesto homicida estaba asesorado por una letrada a la que acabó renunciando. Más tarde otro letrado asumió su defensa, pero abandonó la tarea rápidamente. La semana pasada Mitchell llegó al juzgado ciezano sin letrado, por lo que la instructora tuvo que solicitar la asistencia de una profesional de oficio.