José López, durante una rueda de prensa. Pablo Sánchez / AGM

El exalcalde de Cartagena José López tendrá que indemnizar a Barreiro con 12.000 euros por llamarla «corrupta»

Una jueza considera que la afirmación vertida por el exregidor era «inveraz» y «carecía de todo sustento razonable»

Alicia Negre

Murcia

Jueves, 7 de noviembre 2024, 12:40

El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Cartagena ha condenado a José López, que fue alcalde de esta ciudad entre 2015 y 2017, a indemnizar a la también exalcaldesa cartagenera Pilar Barreiro en 12.000 euros -más intereses- por llamarla «corrupta» en dos entrevistas. La magistrada hace hincapié en su resolución, a la que LA VERDAD ha tenido acceso, que las afirmaciones esgrimidas por el antiguo líder de MC «carecían de todo sustento razonable» y eran «inveraces» y declara que con ellas López lesionó los derechos fundamentales al honor y la propia imagen de la exregidora.

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La Justicia obliga, además, a López a la publicación del fallo en los dos medios de comunicación regionales que publicaron las entrevistas al exalcalde -uno de ellos este diario-. Las publicaciones que han llevado a la condena del exlíder de MC se remontan a mayo de 2023, en plena campaña por las elecciones locales. Durante su entrevista en este diario López fue preguntado sobre los motivos que le habían llevado a pactar con la socialista Ana Belén Castejón, a lo que él contestó: «Pacté con ella para echar del gobierno a la corrupta de Pilar Barreiro». Tres días después, en otra entrevista en otro medio regional López manifestó: «el PSOE ha gobernado cuatro años atrás con MC con el fin de apartar a Pilar Barreiro y al PP del mal gobierno de Cartagena, oscura y corrupta, pero en dos años (...)».

El despacho Pardo-Geijo presentó una demanda por estas afirmaciones, en representación de la exalcaldesa, sosteniendo que se había producido una vulneración del derecho al honor de la popular. Según recogía esta parte en su escrito, en aquel momento ya se había informado públicamente del sobreseimiento de las investigaciones a Barreiro tanto por el 'caso Novo Carthago' como por la 'Operación Púnica'. La demanda incidía en los «graves padecimientos de tipo moral» que López había causado a la exregidora «al verse reiteradamente expuesta a las especulaciones infundadas y ya obsoletas del demandado».

La jueza destaca en su sentencia que, efectivamente, en el momento en el que López vertió esas expresiones las dos acusaciones judiciales que en algún momento afectaron a Barreiro ya habían sido archivadas y la popular ya llevaba varios años alejada de la actividad política. La magistrada hace hincapié en que «no existía contienda política alguna en el momento en el que fueron vertidas» y que esas acusaciones «carecían de todo sustento razonable».

La magistrada no da por válida la argumentación de López que sostuvo que la expresión «corrupta», en el contexto en el que se profirió, poseía un significado meramente coloquial o genérico de opinión política, sin ánimo ofensivo. La jueza insiste, además, en que en esas fechas el exlíder de MC debía ser conocedor de la suerte que habían corrido las acusaciones contra Barreiro pues se había hecho eco de ella la prensa local, regional y nacional. En este punto, remarca que el daño moral fue «evidente y notorio» y que las expresiones de López, «no solo obviaban los pronunciamientos judiciales, sino que además eran susceptibles de generar nuevas dudas en la opinión pública sobre la gestión de los asuntos públicos» en los años en los que Barreiro estuvo al frente del Consistorio cartagenero. Esta resolución, que condena además al exalcalde al pago de las costas, aún puede ser recurrida ante la Audiencia.

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«Su deseo era restaurar el honor mancillado»

Raúl Pardo Geijo.

El abogado Raúl Pardo-Geijo, que se ha encargado de la defensa de Barreiro, sostiene que «la resolución judicial avala lo que siempre hemos sostenido: en política -como casi en cualquier ámbito de la vida- no todo vale». El letrado sostiene que podrían haber iniciado un procedimiento por la vía penal por un presunto delito de calumnia, «que afloraba evidente» y que conlleva penas de hasta dos años de prisión. Remarca, no obstante, que el deseo de Barreiro, «más allá de una vendetta de esta índole, era restaurar el honor mancillado y lo ha conseguido, dándose por satisfecha, por muy satisfecha».

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