Europa sitúa la Región de Murcia entre las más perjudicadas por la crisis climática

La fundación italiana Cima (Centro Internacional para el Monitoreo Ambiental) ha elaborado junto al Centro Común de Investigación de la Comisión Europea el nuevo 'Atlas Europeo de Riesgo de Sequía', donde se pone de relieve el impacto que padecerán territorios como el arco mediterráneo español cuando la temperatura media suba entre 1,5 y 2 grados en medio siglo. Murcia está marcada en este informe por padecer mayor exposición al peligro de las sequías «en las condiciones climáticas actuales y proyectadas», mientras que otras regiones del norte de Europa verán disminuido este riesgo.

Entre las primeras conclusiones que destacan los expertos para el sureste peninsular está la reducción en más de un 10% de la producción de los cultivos de secano. Europa pone el foco en las plantaciones de cereales, donde la falta de lluvias puede acabar con hasta el 60% de las cosechas en la Región dentro de 50 años. La ausencia de lluvias importantes a lo largo del último año ya quitó las ilusiones a muchos agricultores, con un exceso de calor y una falta de agua que terminó barriendo el cien por cien de los campos de trigo y cebada.

En los peores escenarios climáticos, con subidas de dos o tres grados de temperatura media, el atlas de la sequía apunta a una mayor demanda de agua en los territorios de la costa mediterránea en España. Esto conllevaría para la Región un crecimiento en las necesidades de recursos hídricos de cinco puntos con respecto al consumo actual, según los modelos matemáticos empleados por los investigadores. «En este caso –apuntan–, es probable que no se puedan realizar más extracciones adicionales durante sequías graves y que haya restricciones» de agua potable.

La demanda se dispararía en un país como España, pero la Comunidad, cuya cuenca del Segura padece un déficit de recursos que resuelve en parte con la desalación, la depuración o el trasvase desde el Tajo, estaría entre los territorios peor parados. El documento de la Comisión también refleja el problema de sobreexplotar los acuíferos y el sellado de los suelos por las «altas tasas de urbanización» que dificultan la recarga de las aguas subterráneas. Junto con esto, incide en que el almacenamiento en los embalses «puede aumentar la vulnerabilidad del sistema de escasez de agua».

La fundación autora del estudio determina que las políticas que promueven la agricultura de precisión y la diversificación de los recursos hídricos «contribuyen a la mitigación de riesgos».

El aumento de la erosión del suelo en las cuencas agrícolas como consecuencia del cambio climático «contribuye en gran medida a la contaminación de las masas de agua», explica el informe europeo, una advertencia que lanza y que recuerda a casos como la degradación del Mar Menor. «El establecimiento de zonas de amortiguación –como los filtros verdes que se plantean en torno a la laguna– alrededor de los ecosistemas proporciona un punto de entrada para la adaptación».

La Comisión subraya que un aumento de los eventos de sequía terminará con una contundente pérdida de la biodiversidad en Europa, y más en zonas como Murcia: menos bosques y mayor riesgo de desaparición de humedales.