Una de cada cuatro empresas familiares de la Región de Murcia prevé aumentar la plantilla este año

Los nubarrones de incertidumbre derivados de la guerra de Ucrania, la crisis energética y el ascenso imparable de los precios no laminan el optimismo de los responsables de empresas familiares en la Región. El 27% tiene previsto aumentar la plantilla este año, por un 70% que confía en mantenerla. Además, el 97% espera mantener o aumentar sus ventas durante el presente ejercicio. De hecho, más de la mitad de estas empresas (56%) aumentaron su facturación el año pasado. Estas son dos de las conclusiones más destacadas del estudio 'Informe de la Pyme familiar 2022', elaborado por la Cátedra de Competitividad del Colegio de Economistas de la Región de Murcia y la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum, y coordinado por los profesores Ángel Meroño y Antonio Duréndez.

Otra de las conclusiones principales que arroja el estudio es que las pymes familiares murcianas son más innovadoras que las empresas no familiares. No obstante, perciben mayores barreras en digitalización y sostenibilidad. En este sentido, el profesor Ángel Meroño dejó claro que la digitalización es la gran «asignatura pendiente» para las empresas familiares de la Región, donde las tecnologías digitales más frecuentes son la disponibilidad de web (85%) y la ciberseguridad (85%). Aun así, solo el 40% de las firmas utilizan redes sociales en su negocio. Además, solo el 26% de las pymes han implantado el teletrabajo, un porcentaje que contrasta con el 46% de empresas no familiares que han desarrollado esta modalidad.

En las tecnologías avanzadas, aun cuando se valoran sus beneficios, las pymes encuentran barreras que dificultan su adopción. Los principales obstáculos a la digitalización de las pymes familiares murcianas son los altos costes de inversión y la falta de personal cualificado. Por otro lado, entre los factores que más impulsan la digitalización están la conciencia de sus beneficios y la importancia de la preparación de empleados y directivos.

En relación a la sostenibilidad, y según revela el informe (basado en 300 encuestas a firmas de la Región de Murcia durante el mes de abril), la gestión de residuos es una práctica realizada por el 98% de las pymes murcianas. Le sigue en importancia la gestión de envases (74%). Eso sí, las pymes familiares tienen mayor grado de implementación de medidas de selección de proveedores (52%) y en el diseño de procesos (44%) que las no familiares. Además, aún hay «margen de mejora» con parámetros medioambientales. En este sentido, solo el 55% de las firmas ha desarrollado planes de gestión energética, porcentaje que se reduce hasta el 35% en el caso de la gestión del agua.

En cuanto a la importancia que conceden las empresas a los beneficios derivados de la adopción de medidas que promuevan la sostenibilidad del negocio, apenas difieren las familiares de las no familiares. Los resultados del informe reflejan que los principales beneficios observados son la mejora de la imagen y reputación de la empresa, y el grado de satisfacción de los clientes. Las pymes familiares murcianas perciben mayores barreras a la sostenibilidad que las no familiares, especialmente en la falta de recursos financieros para asumir su coste y en lo relativo a la «complejidad de la normativa medioambiental».

Meroño explicó que la flexibilidad y orientación a largo plazo de las empresas familiares explican su apuesta por la innovación. Sin embargo, «las decisiones sobre digitalización y sostenibilidad se ven afectadas por barreras, por un lado, de coste y, de otro lado, de conocimiento y cualificación». Meroño estuvo acompañado en la presentación del estudio por el decano del Colegio de Economistas, Ramón Madrid, y el presidente de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur), José María Tortosa.

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