Sánchez reclama el voto útil del cambio y redobla sus críticas a «la corrupción del PP»
El candidato socialista condenó la agresión sufrida por Rajoy, pero eso no aminoró sus ataques al presidente en el mitin de Murcia
Manuel Buitrago
Jueves, 17 de diciembre 2015, 01:05
Pedro Sánchez empezó mostrando su solidaridad y la de todos los socialistas hacia Mariano Rajoy por la agresión que sufrió momentos antes en Pontevedra. El líder socialista condenó el brutal puñetazo al presidente del Gobierno, pero eso no le hizo cambiar el tono de sus acusaciones hacia su contrincante político y a toda la órbita del PP, a los que advirtió de que los socialistas seguirán denunciando «los casos de corrupción aunque se enfade la derecha». Sánchez le sacó el máximo rédito al cara a cara que mantuvo con Rajoy el pasado lunes, realizando frecuente alusiones al choque televisivo para encender los ánimos de las más de 2.000 personas que se congregaron en el pabellón Príncipe de Asturias en el principal acto de campaña del PSOE en Murcia.
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La corrupción, la reforma laboral y los recortes centraron la intervención de Sánchez que solo hizo dos referencias a la Región: para recordar que uno de sus abuelos era de Lorca, y para decir que Murcia tiene peso en las políticas del PSOE. No habló de agua, ni de infraestructura ni de financiación. De esa parte se encargó la cabeza de lista, María González Veracruz. La militancia murciana vivió uno de los mítines más relevantes de los últimos años, dejándose llevar por la ola de un Pedro Sánchez crecido estos días. Los gritos de «presidente, presidente» fueron incesantes.
El líder socialista se comprometió a «rescatar a las familias propietarias de huertos solares», que las hay a miles en la Región, como hizo el mes pasado en su anterior visita a Murcia. Anunció asimismo que potenciará la subasta de medicamentos para eliminar el copago farmacéutico a los pensionistas. «En lo único en lo que no ha recortado el PP ha sido en la corrupción», apostilló. «Rajoy no quiere debates porque la reforma laboral, los recortes y Bárcenas no tienen defensa posible». Con la decencia a cuestas, reiteró que le dijo a Rajoy «lo mismo que piensan millones de españoles, pero se ve que para la derecha hay cosas que se pueden pensar pero no decir», recalcó en alusión al debate, en el que le dijo a Rajoy que «no era decente». Dijo que a partir de ahora habrá que llamar al PP «'yo voto por el cambio el próximo domingo un nuevo gobierno'».
Dardos a Iglesias y Rivera
Cada mención que hacía Sánchez al cara a cara enardecía al público. «Ganó la verdad. Nosotros hablamos claro», comentó, a la vez que ironizó sobre los nombres que aplica el PP a determinadas conductas presuntamente irregulares. Machacó con la llamada de Rajoy a Bárcenas, con las obras en la sede del PP «financiadas con B» y con la destrucción de discos duros a martillazos.
Presentó el voto contra Rajoy como un deber democrático, y acto seguido dirigió su discurso de casi una hora hacia los líderes de Podemos y Ciudadanos, bajo la premisa de que el domingo «no se puede dividir a la mayoría que quiere cambiar». Pidió el voto útil del cambio para el PSOE, y lanzó más dardos que guiños a Pablo Iglesias y Albert Rivera, a los que hizo responsables por anticipado si se produce una victoria de Mariano Rajoy.
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«Para que no gobierne el PSOE, está dispuesto a que gobierne el PP», manifestó en referencia Pablo Iglesias, de quien dijo que practica la máxima «ámame tú a mí, que yo también me amo a mí mismo».
Luego viró hacia Ciudadanos para subrayar lo que a su juicio son las contradicciones de Albert Rivera sobre la violencia de género y el aborto. «Que empiece pensar en las ciudadanas», comentó, para destacar que la formación naranja «es de derechas porque apoya las mismas políticas que lleva a cabo el PP».
«Al final está muy claro, hay un partido, que es el de Pablo Iglesias, que pide el voto para ganar al PSOE; hay otro partido, Ciudadanos, que solicita el voto para gobernar con el PP; mientras que nosotros pedimos el voto para derogar la reforma laboral, para reconstruir el Estado del bienestar y para garantizar la igualdad».
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«Presidente bajo la sombra»
La cabeza de lista por Murcia, María González Veracruz, remató su discurso señalando que en la Región «hay también un presidente a la sombra de la corrupción y muchos políticos que no tienen decencia». A vueltas sobre los insultos, recalcó que Rajoy «es un político que no tiene decencia», a la vez que recordó las palabras del candidato popular, Teodoro García, que llamó «malas personas» a los socialistas en la anterior campaña autonómica. «Por dignidad murciana, no vamos a permitir que Rajoy vuelva a ser presidente», proclamó.
Entre las razones para votar al PSOE, expuso que «aquí solo hay dos opciones: un tío antiguo, retrógrado, del pasado; y otro del siglo XXI, Pedro Sánchez. Si se divide el voto de la izquierda, gana la derecha», advirtió. «Dentro de cuatro días tenemos la oportunidad de acabar con ellos, de echarlos, para terminar con la política en plasma y en B del PP, como su contabilidad, con una reforma laboral que dice a los trabajadores 'Sálvese quien pueda' y con la absoluta vergüenza nacional de miles de personas esperando una ayuda de dependencia a la que le han puesto todas las trabas del mundo», dijo. Comentó que hay 50.000 familias murcianas con todos sus miembros en paro, y 20.000 en riesgo de pobreza como resultado de las políticas del PP. Apostilló que en la Región ha habido «veinte años de especulación y corrupción con el monopartidismo del PP».
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Consideró que los populares «han traicionado a la Región» y que Rajoy no puso dinero para infraestructuras y llevó a la ruina a los fotovoltaicos. Sobre el agua, declaró que no hay que darle lecciones al PSOE. «Nosotros no hemos tocado el Trasvase Tajo-Segura, mientras que ellos han claudicado ante Cospedal».
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