«¡Dales caña, Alfonso!»
El exvicepresidente Guerra se mete en el bolsillo a los simpatizantes socialistas durante un mitin en Lorca. El veterano político critica que «se han 'jartado' de llevarse el dinero» con el aeropuerto de Corvera
Manuel Madrid
Viernes, 22 de mayo 2015, 01:16
«¡Dales caña, Alfonso!», le pedían los simpatizantes socialistas que acudieron anoche a la plaza de Curtidores del barrio de San Diego de Lorca a escuchar a Alfonso Guerra, figura clave del socialismo español, exvicepresidente del Gobierno de Felipe González. Y él les contestó nada más tomar el atril: «¡Que no puedo, que el médico de ellos no me lo recomienda, que me da dolor de estómago!». Guerra se metió en el bolsillo a los cerca de 700 lorquinos que acudieron al principal acto de campaña del PSOE y no dejó títere con cabeza ni tema en el tintero.
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Su intervención duró 45 minutos en los que contó, a su manera, entre chistes y bromas, «alguna cosita». Preguntó si tenían prisa, a lo que él mismo respondió: «Es que tengo 'pa' rato», lo que le dio pie a hablar de Rato, de Barcenas, de Matas. «¿Pero es que esos están relacionados con el PP? Hay que ver lo malos que somos». Dijo que hace unos días aterrizó una nave espacial en Pamplona y descendió por una escalerilla un marciano y exclamó: «Pero si ya en España ya nadie habla de paro. Hace falta ser marciano. Somos el país con más paro de Europa». Guerra desató muchas carcajadas, pero también provocó alguna lágrima entre sus mitómanos recordando algunos momentos de la historia del partido, que nació hace 136 años por las «condiciones espantosas» de los agricultores que trabajaban «de sol a sol». Habló de la monarquía de Alfonso XIII, de la República del 31, de la Guerra Civil, y del fascismo, «y de la dictadura en la que el PSOE tuvo que pasar a vivir en las cárceles, en los campos de concentración y en el exilio. ¿Os imagináis a todos esos partiditos nuevos que sacan pecho si hubieran pasado por campos de concentración? No quedaría nada de ellos».
Recordó la época de la Transición y la Constitución por consenso: «Ahora vienen algunos disparando contra esa Transición, pero hicimos lo que necesitaban los españoles y lo hicimos renunciando a parte de nuestros proyectos para que hubiera convivencia pacífica». Guerra afirmó que aquel espíritu de entonces y aquel apoyo popular es recuperable hoy para volver a lanzar al PSOE a los gobiernos y a las alcaldías: «Tenemos que tener nuestro propio proyecto y no andar de reojo mirando qué hacen unos y otros porque unos no tienen convicciones ni ideas para convencerse de ellas por mucho a títulos de Harvard que tengan».
Apeló al «corazón humanista» para cambiar el país de nuevo, y se refirió sin nombrarlas a Cospedal y Aguirre, a las multas por rebuscar en contenedores, a la «crueldad» del capitalismo, a lo absurdo de la bolsa, a la eliminación de la negociación colectiva, «que es de lo más aberrante que ha hecho este Gobierno», a los contratos de dos horas y a la «mentira y la manipulación» de las listas del paro, a los salarios de miseria. Hizo referencia al lapsus de Cospedal cuando dijo aquello de que el PP había «saqueado» España y, en una gracieta, se refirió al milagro «de los paces y los penes». Habló de la necesidad de que los gobiernos realicen una labor interventora de los mercados y se mostró partidario de cerrar los bancos deficitarios «como ocurre con una quincallería cuando fracasa» y los que tengan relaciones con paraísos fiscales.
No se olvidó de los nacionalistas y se mostró en contra de sus operaciones, y es partidario de modificar la Constitución «pero depende de para qué». «Sí sois socialistas y si sois humanistas debemos ser idealistas y rechazar a los que están abducidos por el poder y el dinero, y entregarnos por los que están peor que nosotros». Y pidió un no a la resignación a pesar de las decepciones; pidió levantar la voz por la igualdad, por la justicia, y luchar para que nadie se tenga que poner de rodillas para reivindicar sus derechos. También pidió a la gente «que no pique en los sucedáneos del PSOE» a la hora de votar y reivindicó la cultura española de categoría. «Tampoco podemos apoyar a fuerzas eurófobas y a las que quieren eternizar la desigualdad».
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Contra la pobreza
Y sobre la Región habló de la «herencia» que dejan los populares y declaró que muchos se quitan de en medio y se van a Bruselas «porque temen a los barrotes». «El aeropuerto de Corvera por qué, si ya hay un aeropuerto... pues porque se han 'jartado' de llevarse el dinero y entre medias habrá habido subvención pública. Ahora millones a los que lo construyeron y no sirve para nada».
Tuvo palabras para la Marea Blanca por la sanidad pública y de la lucha contra la pobreza, recordando que «uno de cada tres niños de Murcia vive en la pobreza». Concluyó recordando los recortes en educación y el IVA «para joder la cultura». Frente a la «España del privilegio» y de la «mafia», Guerra propone una España que luche por la justicia social. «No resignarse, no rendirse, ser poetas y tener sueños posibles. Podéis contar conmigo, mis ideas están vivas. No saben éstos de lo que somos capaces todos juntos».
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