Teresa Vicente, sobre la ILP: «Es un ejemplo mundial de lucha por nuestro planeta»

–¿Qué sintió al comprobar que habían superado, y además con creces, las 500.000 firmas de apoyo a la ILP?

–Muchísima alegría. Es un sueño que se hace realidad. De hecho, muchos perdimos el sueño por conseguir este hito democrático. Esto te hace sentirte muy unida a la humanidad. Y siento un inmenso orgullo por los ciudadanos. Los murcianos, que habitualmente salimos a nivel nacional por noticias negativas, hemos dado una lección como sociedad. Hemos recordado que la soberanía reside en el pueblo y que, en un Estado social, que es el más avanzado y el que reconoce nuestra Constitución, cuando el pueblo se expresa de una forma tan legítima, clara y rotunda, no puede ser obviada por las élites políticas. Además, hemos dado al mundo un ejemplo de lucha cívica por nuestro medio ambiente, por nuestra mayor seña de identidad, que es el Mar Menor, y por nuestro planeta.

–La recogida de rúbricas se ha disparado desde agosto, tras la muerte masiva de peces y la manifestación en Murcia.

–Sí. El Mar Menor dio otro grito de auxilio y la gente ha dicho basta. Somos un ejemplo para el mundo, justo antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Glasgow.

–¿Qué plazos manejan ahora? ¿Cuándo calculan que el Congreso de los Diputados debatirá el reconocimiento de derechos al Mar Menor y qué esperan de los representantes políticos?

–Como hemos reunido ya 570.000 firmas y tenemos cubierto el margen de error, esperamos que todo vaya rápido. No agotaremos la prórroga que aprobó la Mesa del Congreso la semana pasada, donde dolorosa e injustificadamente el PP votó en contra. Entregaremos cerca de treinta cajas con firmas en unos días. La Oficina del Censo puede tardar dos o tres semanas en validarlas, porque están al pelo. Y el Congreso, que no tiene plazos, puede ordenar el debate como prioridad nacional. Confiamos en que el proceso acabe en primavera. Solo el PP y Vox muestran resistencias. Aún pueden escuchar al pueblo, porque nos han apoyado gente de izquierdas y de derechas.

–La albufera está protegida por figuras legales de ámbito regional, nacional e internacional. ¿Qué aportará el darle personalidad jurídica, para protegerlo y garantizar su recuperación ambiental, que no tenga ya?

–El Mar Menor pasará de objeto a sujeto, de ser un mero objeto con un valor, sujeto a los derechos e intereses políticos y empresariales, a sujeto con derechos fundamentales. Tendrá su propia ley ecológica. Es pasar de una visión antropocéntrica del derecho, donde en la práctica los únicos con derechos son las empresas, que con su tecnología aceleran la degradación de la naturaleza, a una visión ecocéntrica. La ciencia ha demostrado que las personas no somos algo distinto de la naturaleza sino que formamos parte de ella y que sin ella no podemos vivir. Si una parte tiene derechos, la otra también.

–¿Es necesario cambiar la Constitución para introducir este cambio legal, como sostienen algunos expertos en Derecho?

–En absoluto. Es perfectamente compatible con el artículo 45 [derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y deber de conservarlo]. Todos los continentes, salvo Europa y Alaska, han reconocido derechos a enclaves naturales. En Colombia, el Tribunal Constitucional interpretó que caben en la Constitución los derechos del río Atrato, en una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo y que está contaminadísimo. El río sufre un grave daño y ello afecta a los derechos bioculturales de las poblaciones ribereñas, como pasa con el Mar Menor.