El máximo líder de una red internacional de traficantes se ocultaba en Los Alcázares

Había hecho de un pequeño apartamento su escondrijo. La Policía Nacional ha detenido en Los Alcázares a Raimondas G., el presunto líder de una red internacional de tráfico de drogas, que se ocultaba en el municipio marmenorense. Según explicaron fuentes del cuerpo, el lituano, de unos 50 años, viajaba habitualmente al Levante español para cerrar operaciones de compra de estupefacientes y para coordinar envíos.

En cada ocasión, se acomodaba en una vivienda distinta. En julio, durante su último viaje a España, eligió Alicante. En esta ocasión, la Policía dio con él en un pequeño piso de la urbanización Las Palmeras, en Los Alcázares, donde se había alojado de manera discreta, junto a sus tres hijos menores. En sus viajes, optaba por urbanizaciones o zonas turísticas para tratar de pasar desapercibido mientras, supuestamente, movía los hilos de un grupo que traficaba con cocaína, hachís y marihuana por toda Europa.

Durante su estancia en Los Alcázares, explicaron fuentes cercanas al caso, el presunto narcotraficante no hacía ostentación de un elevado nivel de vida más allá del Audi A-7 en el que circulaba. Raimondas acudía con regularidad a un supermercado cercano, pero apenas abandonaba la vivienda. Únicamente se ausentaba del domicilio, explicaron las fuentes, para mantener reuniones de alto nivel en las que supuestamente cerraba operaciones de venta de drogas o coordinaba su envío. Los investigadores señalan, además, que el supuesto cabecilla nunca tocaba la droga personalmente y que se limitaba a dar órdenes al resto de integrantes del grupo.

Este golpe, en el que trabajaron conjuntamente las policías de España y Lituania, permitió la desarticulación de una red conocida por la Policía de ese país como Los Anguilas por su indetectabilidad y hermetismo. La operación supuso la detención de nueve presuntos miembros de la organización. Cinco de ellos fueron arrestados en Lituania, uno en Polonia y los tres restantes entre Alicante y Murcia. La organización, aunque se había arraigado en España, tenía bases repartidas por toda Europa.

La operación conjunta se inició en 2019. El objetivo era una organización criminal, originaria de Lituania, que llevaba operando al menos 15 años en Europa. Los investigadores comenzaron a seguir la pista a este grupo tras el apresamiento de un velero con alrededor de 400 kilos de cocaína en el archipiélago caribeño de Guadalupe. En el golpe asestado en ese territorio, perteneciente a Francia, cayeron algunos lituanos y ucranianos que supuestamente pertenecían a la red. Por primera vez, la organización delictiva quedaba al descubierto.

Tras dos años de investigación mano a mano, la Policía Nacional -junto a la lituana- pudo descifrar la operativa del grupo. Tal y como explicaron fuentes del cuerpo, en España era donde adquirían algunas drogas para transportarlas a distintos países del continente a través de barcos, camiones y coches. La red contaba con dos plantaciones de marihuana en las localidades alicantinas de Jávea y La Nucía que fueron desmanteladas por los policías. Estos pusieron cara, además, al presunto jefe del grupo y a sus principales lugartenientes. Se encontraban distribuidos por Europa y se desplazaban de un país a otro con documentación falsa.

Con estos datos en la mano, las policías coordinaron un dispositivo conjunto para desarticular la banda de forma simultánea. Llevaron a cabo hasta 24 registros en España, Lituania y Polonia, arrestando a los nueve sospechosos. Intervinieron cinco armas de fuego, 50.000 euros en efectivo, 300 kilogramos de cocaína, 100 kilogramos de cogollos de marihuana, documentación falsa y abundante material informático y telefónico. También desmantelaron las dos plantaciones de marihuana que la organización mantenía en Alicante, supervisadas por el lugarteniente del jefe. El caso ha quedado en manos de un juzgado de instrucción de Denia.