Una red que operaba en la Región extorsionaba a los usuarios de una web de prostitución
El cabecilla de la banda, que fue arrestado en Murcia, ofrecía servicios sexuales de mujeres por internet como cebo para captar a las víctimas
El cebo eran las mujeres que ofertaban sus servicios sexuales en una web de prostitución. Y quienes trataban de contactar con ellas, con el oscuro deseo de disfrutar de los encantos allí prometidos, solo se apercibían de que ellos eran la presa cuando ya era demasiado tarde. Ahora, la Guardia Civil ha conseguido desmantelar esta organización criminal, liderada por un hombre de 44 años, residente en Murcia, a quien se le atribuye la supuesta extorsión a varones de varias provincias españolas: La Coruña, Madrid, Valencia, Málaga, Tenerife y Gran Canaria... Junto al supuesto cabecilla han sido detenidas otras dos personas en Valencia, un hombre de 53 años, que era quien presuntamente se encargaba de poner en marcha la campaña de amenazas, y una mujer de 28 años, con la que las víctimas contrataban los supuestos servicios de prostitución.
Un portavoz del Instituto Armado explicó ayer que esta organización de falsos proxenetas tenía como objetivo extorsionar a los usuarios que trataban de concertar servicios sexuales a través de redes sociales y páginas de contactos, que habían sido creadas 'ex profeso' para hacer morder el anzuelo a sus víctimas. Los detenidos, a los que les constan numerosos antecedentes por hechos similares, operaban por todo el territorio nacional.
Las detenciones se han practicado en el marco de la 'Operación Emere', que se inició en marzo, a raíz de una denuncia presentada por un varón en el puesto de San Juan de Alicante. El hombre manifestaba estar siendo víctima de un delito de extorsión, ya que una semana antes había estado en Murcia y había contactado con una mujer a través de una web de citas, aunque el encuentro no llegó a producirse.
Sin embargo, a partir de ese día empezó a recibir mensajes en su teléfono en los que un hombre le reclamaba el coste del servicio sexual, bajo amenaza de que, si no lo abonaba, el reclamante acompañado de unos socios, iría a su domicilio para, según le indicaba, «arreglar el asunto».
El afectado acabó abonando la cantidad de 580 euros, «en concepto de las molestias ocasionadas, tal y como se le requirió», en un intento de dejar zanjado el asunto. Pero al día siguiente recibió otro mensaje en el que se le reclamaban «los beneficios del jefe» para por fin poder eliminarlo de la lista y dar el problema por resuelto. En esta ocasión, le exigían 950 euros.
Miedo y amenazas
Según manifestó la víctima a los agentes, «sintió mucho miedo, e intentó explicar a su interlocutor que estaba trabajando y que más tarde hablarían, pero este no accedió a esperar y subió el tono de las amenazas para que pagara y no tener problemas serios».
Por tal motivo, la Guardia Civil activó una investigación para localizar al presunto autor de la amenazas y averiguaron que detrás de estas prácticas delictivas había un grupo organizado.
La Guardia Civil acabó localizando a dos miembros de la banda en Valencia y, en una segunda fase de explotación de la operación, fue detenido en Murcia el cabecilla del grupo. Esta red llevaba delinquiendo desde el pasado enero por todo el territorio nacional. La operación policial ha sido llevada a cabo por el Área de Investigación de la Guardia Civil de San Juan (Alicante) y ha estado coordinada por un juzgado de Instrucción de la capital alicantina.