Habrá otro asalto antes de la final (2-1)

ElPozo Murcia se impuso al Barcelona y forzó ayer el tercer partido de las semifinales de la Liga de Primera. El encuentro resultó muy igualado, como lo demuestra el marcador, pero los locales fueron más eficaces en los metros finales e incluso llegaron a tener posibilidades de anotar algún tanto más. Los de Duda dieron una lección de orden, intensidad, anticipación y juego rápido que descolocó a un Barça que en la primera parte no supo cómo jugarle a los murcianos. Fabio estuvo muy sobrio y seguro, Álex volvió a ser un jugador impredecible y desestabilizador, y Miguelín demostró que este equipo lo necesita como el comer. En el Palacio más de 6.000 aficionados que disfrutaron con un equipo que, esta vez sí, dio sensaciones de poder aspirar al título. Habrá tercer asalto en la lucha por entrar en la final en un Palau que dictará sentencia.

El partido comenzó eléctrico. El Pozo, con las revoluciones que le imprimía un Palacio más vibrante que nunca, consiguió ya a los veinte segundos ponerse por delante, en una jugada de Miguelín con pase al segundo palo, donde el ciezano Álex envió al fondo de la red. El Barça estaba dubitativo y muy frío en el inicio, mientras que Miguelín era un auténtico suplicio para Aicardo y Wilde. ElPozo se mostró muy vivo, intenso y, sobre todo, anticipativo, consciente de lo que se jugaba. Así, no regaló nada a los de Marc Carmona, que rotaba y rotaba pero no encontraba su juego. El control era murciano y las mejores ocasiones también.

Una locura

El partido se metió en los minutos finales del primer acto, que fueron un tanto locos, acabando con dos paradas espectaculares de Paco Sedano a pies primero de Bebe y después de Álex. Apretó ElPozo y en un córner Campos recibió un balón alto que empalmó sin dejarlo botar. El balón dio en el poste y entró en la portería del Barcelona. Con el 2-0 y varios paradones de Fabio se llegó al descanso.

En el segundo acto el Barça apretó y los de Duda salieron a verlas venir. Así, al minuto, jugada de Aicardo por la derecha con disparo en semifallo que fue aprovechado por Dyego para marcar en el segundo palo. Los murcianos querían más y un robo de balón de Miguelín hizo que se plantase solo ante Sedano, cruzando excesivamente el esférico. Paco Sedano, el meta del Barcelona, era la figura de su equipo, y hasta en tres ocasiones salvó en jugadas de uno contra uno con Miguelin, Alex y Raúl Campos. El partido se abrió porque unos querían ganar y los otros no podían perder. Dyego envió al poste en una jugada muy elaborada, y el Barça se hizo con un dominio un tanto engañoso pues las ocasiones eran para ElPozo.

Duda era consciente del peso del público en el devenir de los acontecimientos y arengó a los más de seis mil aficionados que se dieron cita en la grada. Marc Carmona paró el partido, pues su equipo se estaba liando con disputas con los árbitros, con sus rivales y alguna refriega de Ari con el público. El técnico colocó a falta de tres minutos a Saad como portero-jugador. Batería tiró al poste y El Pozo defendía con todo. Luego Lozano envió al larguero y los rojos aguantaron como podían. Fueron instantes no aptos para cardiacos, pues el Barcelona hizo todo lo que podía para empatar un partido que al final cayó del lado murciano.