Manolo Molina dice adiós entre lágrimas y rodeado de amigos
El que ha sido 14 años director deportivo de La Hoya se va sin tener rencor a Genbao: «Es otra forma de trabajar, ni mejor ni peor»
PEDRO RE
Jueves, 4 de febrero 2016, 01:52
El director deportivo del equipo lorquino durante los últimos 14 años ha dicho adiós al Brócoli Mecánico. No ha soportado más y ha decidido no seguir a la sombra de Xu Genbao, el nuevo propietario del club blanquiazul: «Ha sido una decisión dolorosa porque yo nací con este club y he estado catorce años de mi vida dedicándome a él. Me ha costado muchísimo tomar la decisión. El club lo estaba pasado mal en el aspecto económico, incluso nos plateamos arrojar la toalla. Tuvimos la valentía de seguir, sobre todo por una empresa que nos puso el hombro para seguir que fue Sakata, pero había que buscar financiación y por eso llegó el proyecto de Genbao».
Con el paso de las semanas quedó patente que la filosofía del empresario chino y de los antiguos dueños del Brócoli son antagónicas: «El problema viene cuando estos señores me hacen una propuesta donde no tenía decisión en el primer equipo. Sí que es cierto que me proponen estar en el fútbol base y en la búsqueda de jóvenes talentos. Aguante la decisión hasta que terminara el mes de enero porque tenía unos compromisos con ellos. Yo tenía claro que no iba a seguir, es el momento de dar el paso», asegura Molina, en alusión a una cantidad económica que los fundadores del club cobraron la semana pasada por la venta a Genbao del mismo en compensación al dinero que ellos han puesto de su bolsillo en los tres años de Segunda B.
Manolo Molina no comparte las formas de Genbao y tampoco su oferta para que se quedara: «Aceptar la propuesta no es lo correcto y hay que planificar la nueva temporada. Como no tengo el poder de decisión, lo mejor es apartarme. Es otra forma de trabajar la de los nuevos propietarios. No es ni mejor ni peor, hay que aceptarla. Es un proyecto importante para Lorca y se tiene que apoyar», dice el lorquino.
Molina no se arrepiente de haber tenido que vender la entidad, la situación del club hubiera sido insostenible en el futuro, aunque han cumplido con todas sus obligaciones: «Lo que está claro es que cuando uno vende una cosa tiene que aceptar a los nuevos dueños. Espero que sea para bien de todos, es un proyecto más profesional».
El exdirector deportivo del Brócoli echó la vista atrás: «He estado 14 años en este proyecto, pero el fútbol no me da de comer. Este deporte me apasiona y seguiré ligado a él. No quiero olvidar a todos los entrenadores que he tenido. Recuerdo a Pedro Reinaldos, Salvador Román, Juan Moya, Fernando Burgos, Leo Jiménez, Sebas Jurado, José Miguel Campos y Paco García, el actual. Tengo que nombrar a un hombre muy especial, Luís Jiménez. Durante los últimos cinco años he estado más con el que con mi familia y sé que está viviendo un momento difícil. También hay una persona que lo está pasando mal: mi madre».