Las denuncias por violación repuntan un 24,5% en el segundo año de la pandemia

Este repunte, que supera con creces al registrado a nivel nacional –de un 10,9%–, alcanza su nivel más preocupante en el caso de las agresiones sexuales con penetración. En la Región el pasado año se denunciaron hasta 61 violaciones, un 24,5% más que en 2019. En todo el país, los agentes llegaron a investigar 1.878 agresiones sexuales con penetración. El resto de delitos contra la libertad y la indemnidad sexual –abusos, acoso, exhibicionismo y prostitución, entre otros–, que llegaron a acumular hasta 552 denuncias en la Comunidad, se dispararon un 14,5%.

El Ministerio alude directamente a este repunte en su informe pero lo pone en relación con «las activas políticas de concienciación social que han provocado una mayor disposición social de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado». Este paso adelante, reflexiona Interior, ha ayudado a reducir «los niveles de infradenuncia» que existen en torno a este tipo de delitos.

La delincuencia sexual es una de las manchas negras que ensucian el balance de un año en el que, destacó el Ministerio, el país alcanzó la tasa de criminalidad más baja en lo que va de siglo –a excepción del pasado año cuando la crisis sanitaria alteraba los datos–: 41,3 infracciones penales por cada mil habitantes. En 2019 la tasa era de 46,8 infracciones por cada mil habitantes.

A nivel nacional, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado llegaron a contabilizar 1.957.719 hechos penales. La cifra supone un incremento de un 10,8% respecto al año pasado. Sin embargo, si se compara con 2019 –ejercicio de referencia para el Ministerio– el descenso es de un 11%.

La Región, sin embargo, es una de las cuatro únicas autonomías que escapan a esta bajada generalizada de la criminalidad. Las Fuerzas de Seguridad del Estado recibieron el pasado año en la Comunidad hasta 57.974 denuncias, un 1,5% más que en 2019, conforme al balance de Interior. Galicia, con un incremento de la criminalidad del 9,9%, encabeza este repunte, seguida de Cantabria (9,8%) y La Rioja (4%).

El balance de criminalidad de Interior permite conocer a fondo el mapa territorial de la delincuencia. Esta se incrementó especialmente en los municipios de Alcantarilla, Cieza, Lorca, Molina de Segura, Torre Pacheco y Yecla, según se desprende del informe. Registró, sin embargo, una tendencia decreciente en el caso de Águilas, Cartagena, Mazarrón, Murcia, San Javier y Totana.

El balance, por primera vez en la historia, incorpora los datos de aquellas capitales de provincia y municipios de más de 20.000 habitantes –hasta ahora solo reflejaba aquellos de más de 30.000–. Incorpora, de esta manera, a Alhama, Caravaca de la Cruz, Jumilla, San Pedro del Pinatar, Las Torres de Cotillas y La Unión, aunque sus datos no cuentan con la referencia de 2019 para extraer conclusiones sobre la evolución.

Los delitos sexuales son unos de los que enturbian la estadística de criminalidad rompiendo esa tendencia decreciente de la delincuencia que no se deja ver en la Comunidad, pero no son los únicos. Las lesiones y riñas tumultuarias, por ejemplo, también vivieron un repunte el pasado año tras el respiro que supuso 2020 en este sentido. La Policía Nacional y la Guardia Civil llegaron a indagar en la Región 863 de estos casos, un 17,2% más que en 2019. Los homicidios y asesinatos consumados crecieron, asimismo, un 7,6%. Se dieron catorce de estos casos. Los homicidios en grado de tentativa también registran una tendencia creciente, conforme al análisis del Ministerio del Interior.

Pese al incremento generalizado de la criminalidad en la Comunidad, en algunos delitos sí se percibió una leve mejoría. Es el caso, por ejemplo, de los robos con violencia o intimidación, que se rebajaron un 10%. La Comunidad contabilizó, no obstante, la cifra nada desdeñable de 1.375 de estos robos. Los hurtos también arrojaron un notable descenso, de un 21,2%. Si en 2019 se registraron 15.149 el pasado año se cerró con 11.925. También las sustracciones en vehículos trajeron de la mano una buena noticia, con una caída del 26,4%.

La lucha de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado contra el negocio del narcotráfico también se deja entrever en las cifras ministeriales. El pasado año, estos contabilizaron hasta 506 delitos de tráfico de drogas, un 42,2% más que antes del arranque de la pandemia. Estos golpes se concentraron, principalmente, en Murcia (173) y Cartagena (58).