El retraso en los juzgados se acrecienta y alcanza la cifra más elevada de la década

La pandemia ha sido para la Justicia la gota que colma el vaso. El confinamiento y la paralización de la actividad judicial durante meses impactaron duramente en los juzgados murcianos, atenazados por años y años de elevada litigiosidad y pocos medios. El retraso que estos órganos arrastran y que los sitúa tradicionalmente entre los más lentos del país ha repuntado en los dos años de crisis sanitaria y ya alcanza la cifra más elevada de la última década.

Los juzgados murcianos volvieron a colocarse entre los que más tardan en resolver un caso. Los murcianos son, después de los manchegos, los españoles que más deben armarse de paciencia para encontrar una primera respuesta a su demanda judicial. Con una media de 8 meses –en Primera Instancia–, los tiempos de respuesta en los tribunales murcianos son los segundos más elevados del país –solo por detrás de Castilla-La Mancha–, según el CGPJ. La espera media, además, aumentó un 0,6% en el último año. Este repunte llega tras otra subida de más de un 10% en el ejercicio anterior.

Con estos constantes aumentos, el retraso judicial ha llegado a encaramarse a unos números no vistos en la última década. En 2011, por ejemplo, el tiempo medio de respuesta rondaba los 5,3 meses. Una cifra que ha ido creciendo progresivamente y que ya alcanza los ochos meses.

En Segunda Instancia, sin embargo, la justicia murciana logró aligerar –hasta un 10%– la tardanza media que deben afrontar los ciudadanos. Con esta leve mejoría, los murcianos afrontan ahora una media de 5,9 meses para obtener respuesta cuando presentan un recurso.

Especialmente llamativa es la situación en los juzgados de lo Social, donde los ciudadanos deben esperar de media más de un año –12,7 meses– para obtener una primera respuesta a su demanda. El tiempo medio de respuesta en esta jurisdicción, que tiene en sus manos despidos, reclamaciones de cantidad y expedientes de regulación de empleo (ERE), se disparó un 9,7%.

Los juzgados de lo Civil, que habitualmente destacan entre los más lentos del país, apenas incrementaron el pasado año su retraso. Estos órganos siguen tardando de media 11,4 meses para ofrecer una primera respuesta. Esta jurisdicción dirime desahucios, reclamaciones de deudas, daños y perjuicios ocasionados por accidentes de tráfico, pero también tramita separaciones y divorcios, establecimiento de pensiones de alimentos para los hijos...

En las jurisdicciones penal y contencioso-administrativa, sin embargo, lograron aligerar levemente el retraso en el segundo año de pandemia.

Los juzgados murcianos ingresaron el pasado año la friolera de 204.168 asuntos. La cifra supone un 11,8% más que el año anterior y se traduce en más de 559 casos diarios. La tasa de litigiosidad se disparó hasta 137 asuntos por cada mil habitantes.

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