El cineasta Imanol Uribe descoloca en San Sebastián con 'Lejos del mar'

Atesora dos Conchas de Oro y sus películas han ganado dieciséis Goyas. Sin embargo, Imanol Uribe no tiene todavía quien le distribuya su último trabajo. Presentado en San Sebastián fuera de concurso, 'Lejos del mar' va a terminar por dar la razón a quienes aseguran que ETA es veneno para la taquilla. El cronista oficial de los 'años de plomo' en el País Vasco cierra el círculo tras 'El proceso de Burgos', 'La fuga de Segovia', 'La muerte de Mikel' y 'Días contados'.

'Lejos del mar' descoloca de tal manera que, en el pase de prensa, las escenas pretendidamente dramáticas fueron recibidas con carcajadas. Lo que se suponía un drama fue visto como una comedia involuntaria. «Entiendo que la gente se ponga nerviosa», disculpa Uribe. «Estos temas tienen mucha carga de profundidad, da miedo acercarse a ellos».

El argumento está llamado a no dejar indiferente. Un etarra (Eduard Fernández) sale de la cárcel tras ver reducida su condena. Solo quiere olvidar, así que se pierde en el Cabo de Gata. Un día se cruza con una mujer (Elena Anaya), que tras reconocerle se desmaya. Tenía solo ocho años cuando ese hombre le voló la cabeza de un tiro a su padre, militar, en el Paseo de La Concha cuando la llevaba de la mano.

¿Síndrome de Estocolmo? ¿Un trastorno obsesivo? Uribe no da pistas. «Solo quiero profundizar en las heridas de los personajes y las consecuencias de la violencia. Mientras la rodaba tenía la sensación de caminar sobre un campo minado. Sé que es un tema doloroso que pone a la gente nerviosa. Pero merece la pena hacer el esfuerzo de intentar meterte en la piel de dos personajes que no son modelo de nada», aseguró.