«Hay mucha gente que hace negocio con la música por la cara», denuncia Alejandro Sanz

Alejandro Sanz se suma a la guerra contra Youtube que lidera Taylor Swift. Como la cantante estadounidense, cree que el gigante de la red debe compensar con más generosidad a los artistas y músicos por el uso que hace de sus vídeos y composiciones. «Hay mucha gente que hace negocio y quiere vivir de la música por la cara, y hay que cambiar la regulación», dijo el cantante en la presentación de su nueva gira, 'Sirope Vivo', en la que promete «sorpresas» y que le llevará el jueves 14 a Cartagena. La inicia pleno de energía y entusiasmo, mañana en el Palau de Sant Jordi de Barcelona.

Sanz, que ha vendido más de 23 millones de copias de sus 16 álbumes y es el artista español con más premios Grammy -17 latinos y 3 americanos- cree que la batalla planteada por Taylor Swift es justa. Junto a cientos de artistas, entre ellos U2 y Paul McCartney, ha enviado una carta al Congreso de los Estados Unidos criticando con dureza la Digital Millenium Copyright Act (DMCA), la norma que regula el funcionamiento de plataformas como Youtube en EE UU, y el sistema de compensaciones que los artistas reciben por parte de la compañía por usar sus vídeos y que consideran «del todo insuficiente». «A las cosas hay que llamarlas por su nombre y alcanzar nuevos acuerdos», propone Sanz.

Admite el cantante y compositor encontrarse «en un momento dulce» y afrontar la exigente gira «con energía y bastante entero». «Seguro que convenceré a algunos amigos para que se suban conmigo al escenario», anticipó, negándose a romper la intriga. Sí aclaró que una de las «sorpresas» será la participación en algunos conciertos de 'Safari Children's Choir', un coro de niños africanos que encandiló al cantante cuando supo que hacían versiones corales de sus canciones.

Será la primera gira de la estrella del pop en la que no estará tutelado por Rosa Lagarrigue, su representante desde 1991, con quien ha partido peras inopinadamente. Un tema sobre el que Sanz no quiso decir ni mu y que despachó con una sonrisa y mucho desparpajo. «Las cosas son como son y lo que está claro es que voy a trabajar exactamente igual y a intentar que la gente salga feliz de los conciertos», fintó la polémica.