Agualuces y nebulosas

Como tantas otras ciudades, Murcia celebró el sábado la Noche de los Museos y aunque conviene señalar que la progresión es adecuada, la inevitable comparativa con el referente más cercano lleva a concluir que la murciana todavía está al menos a 50 kilómetros de la Noche de los Museos de Cartagena. Motivos hay varios y no todos tienen que ver con la calidad de las actividades.

Por ejemplo la experiencia -aquel es un evento consolidado, este anda en camino- y la sensación de una mejor coordinación global. También me parece decisivo el apartado de la comunicación, comparar las webs de ambas noches provoca sonrojo: la de la ciudad portuaria es completa, precisa y funcional mientras la huertana parece un bancal sin ordenar. De los actos musicales casi prefiero no llorar, perdón, hablar. Mientras en Cartagena tocan artistas tan prometedores como Cere Vera, Kessels o tienen la estupenda Urban Night, en torno a la cultura hip hop, en Murcia canta Susana Re. Pasada la Semana Santa, uno se pregunta qué tipo de penitencia estamos pagando. Para tener buen criterio -o criterio, a secas- hay que preguntar a los que saben.

Los programas al aire libre, más numerosos y acertados, también juegan a favor de una ciudad cuyo casco urbano, más pequeño y bonito, favorece la sensación de efeméride. Vamos, que si el 21 de mayo uno acude a Cartagena, no tendrá duda de que se celebra la Noche de los Museos; en Murcia parece otro buen sábado primaveral más.

Mas no caigamos en el síndrome Van Gaal, que actos valiosos los hubo y no pocos. Las acciones de los alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Murcia, en Las Claras, volvieron a parecerme un año más de lo más apetecible de la jornada. Sus sugerentes intervenciones efímeras -'Agualuz' y 'Nebulosas'-, coordinadas por Pepe Bernal, me llevan a pensar que el futuro está garantizado gracias a la educación pública. También merecen pulgar hacia arriba los grabados en directo del Mubam, a cargo de Manolo Pardo, Elisa Ortega y Manuel Delgado, quienes mostraron respectivamente las técnicas de Sobejano, Carlos Haes y Piranesi. El Ramón Gaya, que 'sacó el museo a la calle', o el Arqueológico también realizaron acciones de interés variable, mientras que Verónicas se limitó a ampliar su horario de apertura.