Cuatro de cada diez empleadas públicas en la Región de Murcia lo hacen con contrato temporal, frente al 20% en los hombres

La secretaria de Mujeres e Igualdad y Juventud de CC OO-RM, Anna Mellado, ha dado a conocer estos datos, así como otras cifras que refrendan lo mucho que queda todavía por avanzar en igualdad en el ámbito del trabajo, empezando desde abajo. Y es que con datos de la EPA del cuarto trimestre de 2023, se observa que la brecha de género en la tasa de empleo, en detrimento de las mujeres jóvenes de entre 20 y 24 años, fue también de casi 20 puntos. Por lo que se refiere a las personas de más de 25 años, la tasa de empleo fue del 63,41% para los hombres, frente al 49,11%, lo que deja otra acusada brecha de del 14,3 puntos.

En el sector público, el 51% de las personas asalariadas en la Región son mujeres, aunque comparado con 2022, hay una pérdida de empleo de 5 puntos porcentuales, aunque haya aumentado el número de contratos. Por otra parte, a pesar de ser más numerosas las mujeres contratadas en la Administración, del total de trabajadores se han hecho en torno a un 80% de contratos indefinidos a hombres y un 20% de contratos temporales, mientras que el porcentaje para las mujeres está en torno al 60% y un 40%, respetivamente.

Por otra parte es significativo que el porcentaje de trabajadoras contratadas en el último año en el sector privado es el 77,1% cuando en el caso de los hombres se eleva al 81,9%, mientras que la tasa de trabajadoras del sector público (22,9%) es mayor que el de hombres (18,1%). Eso sí, en todas las modalidades hubo más contratos a hombres que a mujeres, salvo en los contratos de interinidad, relevo, entre otros.

De ahí que la parcialidad contractual lastre mucho la economía de las mujeres, que se ven obligadas mucho más que los hombres a aceptar un contrato parcial porque no pueden acceder a una jornada completa. Y aunque durante los dos últimos años, con las medidas de la reforma para regular el abuso de la contratación temporal, la mejora ha sido evidente, no obstante está sin resolver la principal fuente de precariedad, como es la parcialidad involuntaria. Aproximadamente la mitad de las mujeres con jornada parcial es por no haber podido encontrar un empleo a jornada completa.

Con respecto a la tasa de actividad de las mujeres en la Región al cierre del pasado año se queda en el 52,92% y la de los hombres el 65,85%. Eso supone ya una brecha del 12,92%, que incluso es 3,78 puntos porcentuales superior a la media nacional (9,14%). Asimismo, en los últimos 13 años, ese diferencial siempre ha estado por encima del 12% en favor del colectivo masculino en suelo murciano. Sin obviar que en todos los tramos de edad los hombres son más numerosos que las mujeres.

Eso significa una mayor inactividad femenina que, según el sindicato, «está directamente relacionada con estereotipos de género, en especial, con el cuidado a menores, mayores, personas enfermas o con discapacidad», al verse abocadas muchas mujeres a esas responsabilidades en el ámbito familiar. De hecho, atender a las labores del hogar continúa siendo una ocupación absolutamente feminizada, puesto que de cada 10 personas que se dedicaron a esas labores en 2023, 9 eran mujeres.

De igual manera, existe una discriminación salarial que sufren muchas mujeres en su puesto de trabajo, percibiendo un menor salario respecto a los hombres por realizar un trabajo de igual o similar valor. La promoción profesional y la percepción de complementos con frecuencia son objeto de discriminación

Las últimas estadísticas de afiliación media a la Seguridad Social, a la conclusión de 2023, muestra también que casi el 56% de cotizantes son hombres y el 44,24% son mujeres. De ahí que se insista en que «la maternidad, la salida del mercado laboral para el cuidado de hijos y la reincorporación siempre dificultosa penalizan la continuidad en el empleo y la carrera profesional de las mujeres».

El análisis por sectores de actividad constata que hostelería y comercio son las dos áreas económica más feminizadas en la Comunidad, ya que: entre ambas agrupan más de un tercio (35,10%) de la contratación de las mujeres en el último ejercicio. Porque una de las características del mercado laboral murciano es precisamente la enorme precariedad laboral y retributiva del segmento hostelero. Mientras, la industria no ha experimentado cambios significativos y sigue siendo un sector altamente masculinizado. Y en el sector agrícola las mujeres ocupadas acapararon un 26,8% de los contratos en el pasado ejercicio. Por último, en la construcción, la presencia es residual, ya que los contratos firmados por trabajadoras apenas representaron un 0,8%.

El informe concluye que la persistencia de la desigualdad «se fundamenta en la división sexual del trabajo, instaurada por un sistema androcéntrico y patriarcal y no por la falta de cualificación profesional o formativa de las mujeres».