Creatividad para revolucionar la enseñanza

El sector de la enseñanza enfocado a los primeros años de escuela está experimentando una revolución. Los colegios dejan de entenderse como espacios cerrados y se abren con nuevas metodologías y herramientas que potencian las capacidades de los niños y niñas, poniendo en valor su desarrollo cognitivo con el foco puesto en la creatividad como instrumento de cambio. Los docentes buscan estimular el aprendizaje de los más pequeños teniendo en cuenta sus capacidades y fomentando su conexión con el mundo real, consiguiendo una experiencia educativa y social que favorezca su desarrollo.

Para dar las claves de esta transformación, el Proyecto Aula (PAula) desplegó ayer sus últimas ponencias en una jornada en la que distintas voces del sector de la educación, la arquitectura y la pedagogía, entre otros, pusieron en común nuevas vías que potencian la autonomía del alumno, sus valores y sus capacidades. La iniciativa, impulsada por 'La Verdad', patrocinada por Fundación Caja Mediterráneo, el Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Educación, en colaboración con la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena, y bajo la idea del educador, creador y gestor cultural Miguel Ángel Cayuela, se desarrolló durante todo el día en diferentes escenarios: Centro Párraga, la Fundación Caja Mediterráneo, Museo Molinos del Río, CEIP Ntra. Sra. Del Carmen y Jardín de Floridablanca; espacios que, junto a la Plaza de los Apóstoles, han sumado ponencias y talleres de 23 voces expertas del sector durante estos dos días.

Bajo el interrogante '¿para qué contar cuentos a los niños?' Juan Pedro Romera inició las ponencias de Primera Infancia en el Centro Párraga. La respuesta fue clara: para que aprendan a ser personas. El comunicador analizó qué transmiten estos relatos: «Los cuentos tienen una estructura que van a hacer que el niño o la niña crezca de forma integral, dando instrucciones de cómo estar en el mundo», señaló.

El miedo, como elemento dentro de estas historias, también tiene su papel a modo de «gimnasia emocional». «El cuento da un marco de seguridad donde el miedo se puede sentir, porque se va a dar una solución después», señaló Romera, destacando la necesidad de seleccionar correctamente los cuentos por edades para que puedan gestionarlo.

«Un cuento es una estructura increíble que tiene dentro de si todos los ingredientes necesarios para que el niño pueda ir madurando de una forma eficaz. Toda la cultura va transmitiéndose de esta forma tan maravillosa como son los cuentos», añadió el ponente.

Pasando de lo más tradicional a lo más innovador, Catalina Navarro, psicopedagoga y maestra en Educación Infantil, acercó la importancia de introducir las metodologías activas y las TIC en la educación a través de diferentes ejemplos que ha aplicado las aulas con el fin de que los educadores pudieran obtener nuevas ideas y motivarles a introducir estas tecnologías en su actividad docente.

La meta de estas herramientas es ofrecer experiencias enriquecedoras para que los más pequeños puedan aprender disfrutando. Sin embargo, la psicopedagoga recalcó que «no es suficiente con incorporar las TIC, sino que el cambio pasa por hacer las cosas de otra manera». «A través de las metodologías activas y TIC conseguimos que nuestros alumnos tengan un papel activo en su proceso de enseñanza. Pero nuestros alumnos no son nativos digitales, son huérfanos digitales, porque no saben utilizarlo. Nuestro papel es educarlos para que sepan hacer las preguntas adecuadas, que hagan un uso responsable y desarrollen el pensamiento crítico en la utilización de esos recursos», matizó.

La clave es motivar al alumno y proporcionarle experiencias significativas, basándose en sus intereses y necesidades, saliendo de la rutina y trabajando de manera diferente, apostando por un aprendizaje basado en proyectos para que puedan dar soluciones creativas con la base en el trabajo cooperativo. Un ejemplo de esto son mapas interactivos para ubicar países, trabajando colores, banderas o números, e incluso aplicarlo a otros valores como el reciclaje. «Las tecnologías activas apuestan por aquellos procesos en los que alumno tiene que construir, crear, investigar, saber hacer», señaló Catalina, añadiendo que «las TIC tienen que ser un medio, no un fin».

Otro tipo de educación a la tradicional es posible. Bajo esta premisa, Rosa Manzano, presidenta de la Escuela Murciana de Primera Infancia (EMPI), mostró a los asistentes qué están haciendo desde este centro para que se realice ese cambio de concepto, abarcando desde la percepción del niño hasta el diseño del espacio, la elección de materiales, la atención educativa y el tipo de actividades que realizan. En esta escuela entienden el aula como «un gran laboratorio donde ellos ensayas, hacen, deshacen, formulan sus propias hipótesis y llegan a sus propias conclusiones», favoreciendo la construcción de su propia identidad.

En este cambio de concepto y en consonancia con la enseñanza, la interacción entre el cuerpo y el espacio dentro de casa constituye también una base de aprendizaje para niños y niñas. Almudena de Benito, fruto de la investigación que ha realizado sobre el espacio doméstico, orientó su ponencia a 'La infancia en casa; el juego de la subversión de los objetos', en la que resaltó el carácter lúdico del juego del escondite, ya que es una «herramienta de conocimiento del espacio», así como la subversión de los objetos, que se transforman y se les dan espacios que antes no tenían.

La jornada de la tarde abordó la equidad en el aula, de la mano de Tonina Antelmo, las claves para repensar y transformar la educación, de Gino Ferri y la atención temprana con Nuria Orcajada y María Marco.

La arquitectura se convierte en un elemento de gran importancia a la hora de la transformación los espacios donde se produce la enseñanza. Así lo demostró Izaskun Chinchilla en su ponencia, incluida en el programa de Primaria que tuvo lugar en la Fundación Caja Mediterráneo.

La arquitecta dividió estos espacios en tres vertientes: aulas, equipamientos y ciudades. En el primer concepto, mostró el cambio que se está produciendo en las aulas para convertirlas en plantas abiertas donde los niños tienen la capacidad de crear su propia línea de actividades. En cuanto a equipamientos, museos o centros de lectura, donde no siempre los maestros están por medio, pueden convertirse en lugares donde se lleve a cabo una función pedagógica con materiales interactivos.

Por último, abordó la transformación de las ciudades añadiendo valor para incentivar la autonomía de los niños. Para ello puso como ejemplo un proyecto desarrollado en Somers Town, Londres, para hacer cambios en el barrio que favorezcan a que niños de edades tempranas vayan solos, agrupados o en compañía de los padres al colegio, pero siempre en bicicleta o andando. Haciendo uso de la arquitectura patrimonial, con rutas señalizadas o actividades delante de los edificios de mayor valor, se ayuda a que éstos se ubiquen dentro del barrio y que la arquitectura forme parte de su mapa mental. «Nuestras ciudades son un soporte muy duro, con muy pocos elementos que permitan engancharse a los niños. Hay muchos pequeños instrumentos que al ser introducidos en la ciudad modificarían muy significativamente la capacidad del niño para desarrollarse cognitivamente», señaló Chinchilla, concluyendo que «la arquitectura es solo una herramienta y está de vuestro lado».

En este bloque también participaron los UPCT Bloopbuster, Bartolomé Olivares, Rosa Liarte, Rocío Quesada, Francisco J. García, Catalina Navarro, María Ángeles Rodríguez, Carlos Magro y Jesús C. Guillén.

El programa de Arquitectura se desarrolló a la par en el CEIP Nuestra Señora del Carmen, Jardín Floridablanca y Museo Molinos del Río, con ejercicios, conferencias, conversaciones y talleres en los que participaron Almudena de Benito, Ana Belén López, Ana Fernando, Izaskun Chinchilla, Rafael Rivera y Chari Cámara.