El coronavirus dispara los casos de ansiedad entre los pacientes de cáncer

La crisis sanitaria de la Covid-19 puede pasar una segunda factura a los enfermos de cáncer en forma de ansiedad y depresión. Al miedo al contagio se suma la preocupación de posibles retrasos en los tratamientos oncológicos y pruebas médicas y el empeoramiento de la situación económica y laboral de la unidad familiar. Todo este cóctel en una población tan vulnerable ha encendido las alarmas de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que ha advertido del impacto laboral, sanitario y psicológico del coronavirus en las personas con cáncer, que, según sus estimaciones, está casi nueve puntos por encima del que soportan el resto de los españoles, y que, sobre todo, está afectando a los pacientes más jóvenes.

Así se desprende de un estudio nacional realizado por la AECC con motivo de la Semana Europea contra el Cáncer, que se celebra hasta el próximo domingo, y algunas de cuyas conclusiones son extrapolables a la situación de los enfermos oncológicos de la Región de Murcia.

La primera de ellas es la ansiedad a la hora de enfrentarse a la pandemia. El jefe del servicio de Oncología del Hospital Virgen de la Arrixaca, José Luis Alonso, lo considera algo «inevitable» a causa del miedo al contagio por coronavirus durante las visitas al hospital, dado que se trata de una enfermedad que requiere más que otras de consultas y tratamientos presenciales.

«Hay más pacientes con ansiedad y nerviosismo por tener que acercarse al hospital», comenta Alonso, quien, sin embargo, descarta que en ello tenga que ver el temor ante posibles aplazamientos en el tratamiento y las consultas.

«Salvo algún pequeño retraso en las pruebas diagnósticas, hemos mantenido la actividad casi con normalidad» en el servicio de Oncología de La Arrixaca, explica, debido a la prioridad que se le ha concedido a estos enfermos durante las últimas semanas, y a pesar de todos los recursos sanitarios concentrados en la lucha contra la pandemia.

Esta circunstancia ha permitido atender cada día unas 200 consultas externas y dar tratamiento a unos 80 pacientes en el hospital de día y a otra treintena más ingresados en la planta hospitalaria, todo ello con unas medidas de protección especiales, entre las que se incluye la realización de la prueba de PCR a los enfermos de cáncer sospechosos de contagio por coronavirus.

La principal novedad registrada durante la etapa de confinamiento en este servicio ha sido la reducción de los ingresos hospitalarios de los pacientes de cáncer aproximadamente en un 50%.

En la sede regional de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) aún no han detectado un aumento en la demanda de ayudas económicas y sociales por parte de pacientes oncológicos, pero están seguros de que se producirá en breve, según señala su presidente, el doctor Manuel Molina Boix. La dirección nacional de la organización prevé destinar tres millones de euros para este tipo de ayudas, y en la Región dispone de cuatro trabajadores sociales para atender a los pacientes más allá de sus necesidades médicas.

«Suelen tener muchos más problemas que el resto de trabajadores para reincorporase al mercado laboral, a causa de los tratamientos que deben seguir», explica Molina Boix.

La AECC ha mantenido en la Región el servicio telefónico de apoyo psicosocial desde mediados de marzo, en que se decretó el estado de alarma, y redujo las pruebas de cribado de cáncer de mama a los casos más urgentes. Pasó de realizar unas 200 mamografías al día a las 35 que práctica en la actualidad. Pero con el avance de la desescalada ha planificado ya el aumento de las pruebas, aunque con restricciones para reducir al máximo el riesgo de contagios. Así, para mediados de junio elevará el número de pruebas diarias a realizar en su sede de Murcia al centenar y volverá a practicar mamografías en los municipios por medio de la unidad móvil de que dispone.