La condena que obliga a la UCAM a reconstruir El Corralazo ya es firme

El derribo ilegal del edificio histórico conocido como El Corralazo, datado en el siglo XVI y que fue echado al suelo en 2011, durante los primeros trabajos de las obras de ampliación de la Universidad Católica (UCAM), le va a costar definitivamente a esta institución el abono de una multa de 126.442 euros y la reconstrucción del inmueble sobre el mismo lugar en el que se encontraba, incluido el escudo heráldico original que coronaba su fachada principal. Y es que la sentencia que confirmaba estas sanciones, impuestas desde la Consejería de Cultura, se acaba de convertir en firme después de que la Sección de Casación Contencioso-Administrativa del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ni siquiera haya admitido a trámite el recurso interpuesto por la Fundación San Antonio.

La universidad privada ha apurado hasta su última opción judicial con este recurso de casación presentado ante el más alto tribunal jurisdiccional de la Región.

El principal argumento de la UCAM para tratar de tumbar la sentencia condenatoria consistía en que no necesitaba de la autorización de la Consejería de Cultura para actuar sobre El Corralazo, y que bastaba con el permiso del Ayuntamiento de Murcia. Sin embargo, la Sala de Casación del TSJ ha coincidido con los razonamientos de la Comunidad Autónoma, que puso de relieve que esa era una cuestión –la de quién era competente para sancionar– sobre la que la Fundación San Antonio no había entrado previamente, por lo que carecía de sentido plantearla ahora.

Y respecto de si el recurso en sí tenía algún interés casacional objetivo, como ocurre con las sentencias que ofrecen argumentos discordantes para asuntos idénticos, tampoco esta iniciativa legal tenía valor alguno, ya que la sentencia en ningún caso se apartaba de resoluciones precedentes.

De esta manera, el TSJ inadmite el recurso y no entrará siquiera a resolverlo.

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