La compañía, medicina social para las personas mayores

La soledad no solo se refleja en el hecho de estar solos, sino en sentirse solos. Es cuando el ánimo se merma y aparece la medicina más reconfortante para el ser humano, como ser social que es por naturaleza: la compañía y la amistad de otros. Si esto se aplica a personas mayores, la necesidad de compartir y crear vínculos cercanos para mantenerse activos es aún más relevante. Eso lo tenía claro Paco Soto, que aunque ha tenido una vida muy activa, a sus 76 años siguió la recomendación de su centro de salud de participar en el proyecto 'Siempre Acompañados' que Fundación 'la Caixa' está desarrollando en el distrito Centro Este de la mano de Cruz Roja.

Así, lo que fue una visita a la trabajadora social para conseguir la pulsera de teleasistencia, se convirtió en el inicio de una experiencia que le llena, y así lo transmite con su voz. «Yo no estaba convencido de esto, pero nada más hablar por teléfono con Jessica me di cuenta de que tenía que ir para allá, pero les advertí de que no sabía si iba a venir mucho, porque no sabía si me iba a sentir a gusto», recuerda Paco de su conversación el pasado mes de junio con la técnica responsable del programa en Murcia. Sin embargo, con la primera visita quedó encantado con el programa y decidió continuar.

Su filosofía de vida es «no parar», porque «si paras te hundes, y si entras en casa y no sales, cada vez el pozo es más hondo». «La gente mayor tiene que hacer de tripas corazón y salir adelante haciendo algún tipo de actividad», aclara. Por eso, tras una vida dedicada al sector de la economía, en su jubilación el ritmo no cesa: sale cada mañana a andar sobre las 8.30 horas, y según el día, camina entre 5 y 8 kilómetros; echa una mano a sus hijos si lo necesitan con la asesoría que han heredado y también hace hueco para otra gran pasión, la música, juntándose con sus compañeros cada martes para ensayar, lo que afirma que es una de sus grandes medicinas. «Durante el ensayo, a pesar de ser mayores, es como si tuviéramos 16 años, y cuando terminamos estamos llenos de aire fresco», afirma el componente de 'Los Brujos'. Confiesa también su pasión al baloncesto, yendo como fan a los partidos de sus nietos.

Aunque puede parecer una vida muy activa y completa, Paco está deseando que llegue el día para ir al programa y compartir con el resto de personas que van. «Hay muy buena gente y enseguida entablamos una amistad sincera», afirma, recomendándolo «al 200%». «Este acercamiento hasta 'Siempre Acompañados' ha sido la guinda que ha llenado el tupper, porque me siento muy bien», añade.

Son 110 personas las que ha atendido este programa de Fundación 'la Caixa' en Murcia, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, y que desarrolla Cruz Roja. Su meta es abordar la soledad de las personas mayores por medio de la prevención y la intervención a través de una metodología innovadora y en constante evolución. «La finalidad es empoderar a las personas mayores para disminuir su experiencia de soledad», matiza Jessica Meseguer, técnica responsable del programa en Murcia. Por eso, se trata de un programa comunitario que contacta con los agentes de la zona para conocer los recursos de los que se dispone y darle así soluciones a las persona según sus necesidades.

«La soledad no es estar solo, sino sentirse solos hasta estando con personas. Por eso, ante cualquier circunstancia en la que el proyecto vital se ve afectado, contactan con el programa y se inicia una intervención individual», matiza Jessica, que deja claro que el plan de acción se desarrolla según lo que tiene sentido para cada persona y que detectan tras una primera entrevista de acogida, distinguiendo entre la soledad «residencial o social». Así, le dan los recursos más acordes a su situación y se le hace un seguimiento presencial y/o vía telefónica.

En total son tres años los que lleva trabajando este programa en el municipio, iniciando su recorrido en plena pandemia, cuando la sensación de soledad fue más acuciante, reincorporando poco a poco a estas personas a actividades con otras personas. «Ver el proceso en el que la persona va reconectando con lo que tenía sentido para ella te anima a ir adaptando y detectando cada vez más necesidades que puedan verse satisfechas con estos recursos», indica.

El enfoque comunitario del programa se ve plasmado en la implicación de los voluntarios, que en Murcia ascienden a 14. Es el caso de J. G. N., de 71 años, cuya vinculación con 'Siempre Acompañados' fue prácticamente casual: fue al Centro de Mayores de Santa Eulalia, al que va desde su jubilación y donde hace actividades como gimnasia y teatro, y escuchó una conversación sobre el proyecto. «Me pareció interesante y quise colaborar para poder estar con personas que sientan necesidad de compañía, porque tengo experiencia al convivir con mi madre de 98 años», señala.

Son ya dos años los que lleva de voluntario, yendo cada martes un par de horas a acompañar a uno de los beneficiarios. «Te cuentan las experiencias de sus vidas, que son muy intensas y con muchas emociones, y a mí me gusta oír sus historias e influirle alegría cuando tienen decaimientos de ánimo», indica. Cuando va a ver a la persona que acompaña, intenta que vayan a tomar café o dar un paseo y que salga, porque aunque va a un Centro de Día varias veces a la semana, tiene momentos vitales más bajos al haber perdido a su mujer hace tres años.

«La idea del programa me parece muy buena, porque veo que tal vez pronto yo voy a ser usuario y eso es bueno, que hay agente de intercambio intergeneracional acompañándose», concluye.

Temas

• Jubilación
• Acción Solidaria - La Caixa