Los afectados por las inundaciones no pagarán impuestos y recibirán ayudas

Más de cuarenta días después de las inundaciones, la incertidumbre ha sustituido al barro en la vida de los alcazareños. Nadie sabe cuándo comenzarán a llegar las ayudas que permitan recuperar la normalidad en el municipio costero donde las ramblas volcaron caudal en el casco urbano hasta llegar a 1,80 metros de altura en algunas calles.

El Ayuntamiento confirmó anteanoche en el Pleno la voluntad de destinar «ayudas económicas a los perjudicados en función de los daños y de los ingresos familiares», precisa el alcalde, Anastasio Bastida. «Serán prácticamente la única esperanza de los afectados sin seguro», señala el regidor, quien explica que «los técnicos municipales estudiarán cada situación y valorarán la ayuda, porque no es lo mismo un jubilado que cobra una pensión de 500 euros que una familia con tres viviendas».

Para estas subvenciones a fondo perdido, el Consistorio cuenta con parte de los presupuestos municipales, que deberá aprobar en las próximas semanas, y con las donaciones en metálico que benefactores anónimos han realizado en las cuatro cuentas bancarias abiertas para atender a los damnificados. «No sé si tendremos que renunciar a inversiones, pero ayudar a los vecinos de Los Alcázares es la prioridad», indica el primer edil.

También se aprobó por unanimidad -a propuesta de Ciudadanos- tramitar las bonificaciones y exenciones del IBI y del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica a los afectados, que incluso podrían recuperar los últimos recibos pagados.

Solicitud al Ministerio

El equipo de gobierno tendrá que solicitar al Ministerio de Hacienda la compensación económica por la reducción de los ingresos previstos en los tributos locales, según el decreto que el Gobierno aprobó la pasada semana. Unas 5.300 viviendas están censadas en la 'zona cero' del desastre, el perímetro que concentró la mayor acumulación de agua y lodo de la historia local, aunque no todas están dañadas: «No es lo mismo un bajo que un piso», recuerda Bastida.

Las bajas de los vehículos siniestrados en las riadas estarán también exentas en la Jefatura de Tráfico.

El Estado contempla ayudas a los vecinos que han sufrido daños en sus viviendas y enseres al margen de los que tenían sus propiedades aseguradas, aunque la recién creada Asociación de Afectados por las Inundaciones no guarda muchas esperanzas: «Solo nos darán una pequeña parte de lo perdido, que es enorme e invalorable», afirma la vicepresidenta, Ana Caridad Zapata.

Vigilarán la tramitación de ayudas a los damnificados, pero también planean costear un informe técnico sobre el desbordamiento de las ramblas «para que nunca vuelva a ocurrir», asegura la representante. «Queremos saber qué hace falta para evitar vivir con miedo. Si tienen que crear un talud, instalar tuberías o lo que haga falta para evitar este desastre», señala Zapata. Recuerda que «hay vecinos que han sido acogidos por otros, otros que se han ido de alquiler y otros que viven en precario porque no tienen dónde ir». Para los que no han podido volver a sus casas, Servicios Sociales ya tramita ayudas al alquiler.

El PSOE logró el respaldo unánime para que se cree una comisión de investigación sobre el desbordamiento de las ramblas y, en su caso, no descarta pedir responsabilidades a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). «Se creará además una mesa de seguimiento para fiscalizar las donaciones anónimas», indica el portavoz socialista, Mario Pérez.

Arena perdida

Otra prioridad se encuentra en la orilla del Mar Menor, que con las riadas se tragó 56 millones de metros cúbicos de arena, según los informes municipales. La inversión calculada por Costas se eleva a un millón de euros. «No podemos aportar arenas nuevas, no es aconsejable, pero sí se intentará recuperar la que se ha depositado en las orillas», indica el alcalde. Con maquinaria de arrastre, se retirarán los lodos depositado sobre la arena de las playas que fue a parar dentro del agua. El 9 de febrero comenzarán los trabajos, que incluirán el secado de las arenas recuperadas.