Clamor en el campo por el desplome «ruinoso» del precio de las hortalizas

Las organizaciones agrarias Coag, UPA y Asaja anunciaron este miércoles movilizaciones si en el plazo de dos semanas la distribución no mejora el «ruinoso» precio que se paga al productor de las hortalizas en el arranque de la campaña de invierno. Según denuciaron, las grandes superficies y las cadenas de supermercados «están haciendo su agosto. Cuando apenas hay verduras en los campos, los distribuidores han tirado al suelo los precios en origen, a pesar de que la demanda está disparada, y los consumidores están pagando precios muy elevados por las hortalizas frescas y de máxima calidad que comienzan a aparecer durante estas fechas».

Tanto Asaja como Coag y UPA achacan esta situación «a la codicia sin límites y las malas artes de una distribución alimentaria que no respeta ni a productores ni a consumidores», ya que de nuevo «son los agricultores los que han de soportar unos precios en origen ruinosos que nos retrotraen a los motivos por los que protagonizamos un proceso de movilizaciones sin precedentes, desde el 18 de enero y durante siete semanas, cuando se sucedieron protestas masivas con tractoradas inéditas en los últimos 43 años».

«Los motivos se repiten hoy, de nuevo, confirmando su falta de respeto a la dignidad y al valor del trabajo en el campo, al reconocimiento del carácter estratégico y vital de la actividad agraria, como productores de alimentos y preservadores del medio natural y rural», apuntaron desde los sindicatos. Añadieron que «esto se traduce sistemáticamente en el hundimiento de los precios y las rentas agrarias, que afectan en particular a la agricultura profesional, aún mayoritaria, pues las políticas económicas vigentes prefieren los mercados desregulados del 'sálvese quien pueda' y toleran el abuso de posición de dominio en la cadena alimentaria».

Además, los sindicatos criticaron que esas políticas económicas «miran para otro lado ante el avance de los monopolios en la cadena de insumos que disparan los costes de producción agraria en la Región».

Los precios pagados al agricultor de algunos productos emblemáticos de la Región «oscilan desde los 0,15-0,20 euros el kilo que se paga por el brócoli, hasta los 0,20 euros por el calabacín, cuando ambos superan de largo los 2 euros el kilo en las grandes superficies y cadenas de supermercados», lamentaron. Lo mismo ocurre, añadieron, con la lechuga Iceberg, que «se está comprando al ridículo precio de ocho céntimos de euro la pieza, y el pimiento italiano, que se paga a menos de 0,34 euros el kilo, frente a los 2 euros que abona el consumidor por esta hortaliza».