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Vecinos de Javalí Nuevo se concentraron ayer tarde en la plaza de la Ermita para pedir más vigilancia policial, por la oleada de robos que vienen sufriendo. Vicente Vicéns / AGM

«Vivimos con rabia, miedo e impotencia»

Vecinos de Javalí Nuevo salen a la calle para exigir más policías por la oleada de robos en el último año

Viernes, 10 de mayo 2019, 22:27

«Vivimos con rabia, miedo, impotencia y psicosis por si vuelven a entrar en tu casa». Son palabras de Bárbara, una maestra de 37 años, de Javalí Nuevo, pero resume el sentir de la mayoría de vecinos de esta pedanía murciana colindante con Alcantarilla, que este viernes salieron a la calle, en la plaza de la Ermita, para decir «basta ya» a la oleada de robos que vienen sufriendo desde hace un año y para exigir más presencia policial.

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El detonante de la movilización vecinal fue el asalto que sufrió en su dúplex una familia el pasado miércoles. Aún no había anochecido cuando el propietario regresó a su casa y escuchó ruidos en el interior de la vivienda, que en ese momento creía vacía. Este es el último de una serie de robos en casas y en algunos negocios, que se incrementaron desde el pasado verano.

El 'modus operandi' de los malhechores es siempre el mismo. Actúan en grupo, normalmente cuatro, y dos de ellos entran en las casas mientras que sus dos cómplices les esperan en el coche para emprender la huida. «Van a tiro fijo a por el dinero y las joyas», explica Bárbara. En casa de sus padres entraron el pasado 7 de febrero. No se le olvida la fecha. «Habíamos ido a casa de mi abuela, que vive a 100 metros, y mi padre adelantó el regreso a casa para preparar la cena. Cuando llegó a la vivienda vio la regleta de la luz tirada por el suelo, los balcones abiertos y dijo para sí «¡ya está!». Bárbara recuerda que «entraron en mi habitación y en la de mi hermana. Se llevaron la bisutería dorada, que debieron confundir con oro, algunas joyas, unas gafas de Tous, y otros objetos que había en cajones y armarios».

Robaron a la pedánea

«Yo también lo he sufrido», interviene la pedánea, María Jesús Barquero. «No tenía rejas en el balcón y, al final, tuve que ponerlas». Explica que a ella también le robaron el pasado mes de agosto algunas joyas, «que tenían sobre todo valor sentimental para mí, como un cordón de oro que perteneció a mi padre».

En el pueblo conocen a los autores: «Son jóvenes, unos niñatos, de unos 20 años», explican los vecinos. Alberto del Cerro, el dueño del restaurante El Pollo Rockero los ha tenido dentro de su local: «Son unos críos y no me dan miedo. Les he tenido que echar esgrimiendo una sartén en la mano. Entraban con la excusa de que querían beber agua y aprovechaban para robar cualquier cosa: mi móvil, un 'pack' de cervezas, alguna botella de bebidas alcohólicas, nunca refrescos», detalla.

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Alberto incide en que «no son 'cacos' profesionales, pero están organizados. A veces llaman al timbre para ver si hay alguien en una casa y, si les responden, argumentan que se han confundido. En caso contrario, uno o dos acceden al interior, normalmente a través de ventanas y balcones ya que eligen viviendas unifamiliares, y el resto les espera fuera para avisarles de si llega alguien o para poner el coche en marcha en cuanto salen con el botín».

María Jesús Barquero añade que «están al acecho» e «incluso han llegado a entrar en una vivienda mientras que la familia estaba en el tanatorio». El malestar es general. Hay miedo en el pueblo a dejar la casa vacía durante unas horas o a que se queden solos los hijos estudiando por si se atreven a entrar aprovechando que no hay ningún adulto. «Hoy te toca a ti y mañana a otro» añade Bárbara, que pone de manifiesto el temor generalizado a que con la llegada del verano, y aprovechando que hay más vecinos que se van de vacaciones fuera, este tipo de delincuentes siga azotando su pueblo.

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La alcaldesa pedánea, la socialista María Jesús Barquero, solicitó una reunión con los alcaldes de Murcia y Alcantarilla y con el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, «para que me reciban junto a algunos vecinos para reiterar los problemas de inseguridad».

Barquero hace hincapié en que «la fórmula del Ayuntamiento de situar un cuartel en La Raya que, con solo cinco policías locales patrullando, atiende a diez pedanías, con más de 23.000 habitantes, es un modelo insuficiente y fracasado», y reclama para Javalí Nuevo la instalación de uno de los cuarteles de Policía Local de zona. En cuanto a los servicios de Policía Nacional, entiende que «debe resolverse el problema de que una parte del pueblo esté atendida desde el cuartel de Alcantarilla y la otra desde Murcia», por lo que reclama efectivos de entre los 70 nuevos policías nacionales y 60 alumnos de prácticas con los que anuncian que se reforzarán las plantillas.

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Por su parte, la portavoz municipal del PP, Rebeca Pérez, aseguró este viernes que «en breve se incorporarán 137 agentes a la Policía Local y hay un compromiso de Ballesta, si es reelegido, para que entren otros 200 agentes en los próximos cuatro años».

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