Murcia

Vecinos del Carmen conviven con la basura y el hedor de un edificio abandonado

Conviven desde hace meses con un olor «nauseabundo» procedente de la basura de un edificio abandonado del barrio del Carmen, donde las ratas y plagas de insectos se han convertido en vecinos indeseables. Ubicado en la calle Regidor Alonso Fajardo, en pleno corazón del barrio, los vecinos llevan tiempo denunciando el mal estado del inmueble, que, a principios de este año, incluso fue desalojado de okupas y sellada la entrada para evitar nuevos allanamientos.

«Es necesaria la inmediata intervención del Ayuntamiento, porque el propietario no hace caso y esto ya atenta contra la salud pública», subrayan los afectados, quienes temen que si la situación no cambia, teniendo en cuenta que hay materiales inflamables, «pueda llegar a producirse algún incendio». Tampoco está en las mejores condiciones, añaden, la fachada, que está cubierta por una tela tipo mosquitera y un tejadillo en la parte de la entrada para evitar que los cascotes que puedan caer lleguen a herir a algún viandante.

Los vecinos cuentan con el apoyo de los vocales socialistas en la Junta Municipal del Carmen, que en el pasado pleno se interesaron por la situación de este inmueble. «Queremos suponer que siendo estas circunstancias sobradamente conocidas por el Ayuntamiento y por el presidente de esta Junta Municipal, por lo que nos preguntamos si el concejal responsable habrá incoado el expediente oportuno para que se cumpla la Ordenanza reguladora de conservación de la propiedad inmueble», apunta su portavoz, Joaquín Sánchez.

El Ayuntamiento de Murcia, por su parte, relató que en dos ocasiones se ha requerido a los propietarios para que intervengan y limpien de basura el ático e interior, «primero vía administrativa y luego judicial», pero en ningún caso recibieron respuesta.

«Es un edificio privado, por lo que no podemos entrar si no nos autoriza su propietario o el juez», indicaron fuentes municipales, añadiendo que actualmente el Consistorio está a la espera de que el juez les firme la orden que les permita intervenir.

El proceso comenzó de forma paralela al desalojo de las personas que estaban viviendo en el edificio, de forma ilegal, y cuando se pidió al dueño que adecuara el inmueble, pasado el tiempo preceptivo sin respuesta, se llevó el caso al juzgado. En esta instancia se pidió permiso para entrar en el edificio, pero el juez, relatan las mismas fuentes, decidió entonces hacer un nuevo requerimiento al propietario. «Como tampoco contestó, el juez nos informó de la situación y hemos tenido que volver a hacer la solicitud vía judicial, como lo requiere el procedimiento».

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