Urbanismo cierra el primer acuerdo con una promotora de los convenios de la zona norte de Murcia
La nueva propuesta de la empresa Nicolás y Bienert SL sustituye a la firmada en 2006 y permitirá edificar en una parcela en Cabezo de Torres
El Ayuntamiento de Murcia, a través de la Concejalía de Urbanismo y Transición Ecológica, ha cerrado el primer acuerdo con una promotora de los ... convenios de la zona norte que aleja la amenaza de los juzgados por el incumplimiento del que se firmó en el año 2006. La propuesta de modificación de ese primigenio convenio ha partido de la empresa afectada, Nicolás y Bienert SL, heredera del acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento y Manuel Nicolás García hace 15 años.
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La parcela afectada está en un sector urbanizable en la pedanía de Cabezo de Torres colindante con la autovía A7 y pasa de una edificabilidad bruta de 245.367 metros cuadrados a 94.405 metros cuadrados. El índice de edificabilidad (cantidad máxima de metros cuadrados que se podrán construir en un terreno mediante una planta o varias) también se reduce de 0,5 m2 a 0,24 m2.
El nuevo convenio propuesto sí mantiene la cesión de al menos un 10% de la superficie a la construcción de viviendas de protección oficial (VPO). «Se ha reducido tanto la extensión del convenio como el volumen de edificabilidad, más encaminado a la vivienda unifamiliar que a los grandes bloques de edificios», apuntó el concejal de Urbanismo, Andrés Guerrero.
El Ayuntamiento deberá devolver a la empresa casi 2,4 millones de euros del aval de más de 5 millones que abonó en su día
Y añadió que «la empresa se ha dado cuenta de que aquel convenio es inviable en la actualidad, al no haberse incluido una serie de cuestiones como la construcción de la infraestructura del Arco Norte, el paso de acequias o los informes medioambientales.
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En la propuesta de convenio, se explicita que en los quince años transcurridos desde el primer acuerdo se han incrementado «considerablemente» los condicionantes ambientales y territoriales de los desarrollos urbanísticos. Por ello, se estima conveniente «la reducción de edificabilidad inicial que genere un menor impacto paisajístico (menos edificabilidad y altura); una movilidad más sostenible (menos densidad de vehículos y viajes); menos impacto sobre el cambio climático (reducción de emisiones de CO2 al proyectarse menos población consumidora de recursos energéticos y promotora de emisiones a la atmósfera); y, en general, una mayor sostenibilidad, al redimensionar la necesidad de sistemas generales de infraestructuras, especialmente de abastecimientos y suministros, reduciendo las necesidades de financiación a tal efecto».
Contraprestación económica
Desde el punto de vista económico, el convenio original obligaba al promotor, Manuel Nicolás, a abonar en metálico al Ayuntamiento algo más de 20,6 millones de euros. El empresario hizo un primer ingreso de algo más de cinco millones de euros y, con el convenio modificado, ahora la contraprestación urbanística sería de 2.766.000 euros. Esto supone que el Consistorio murciano debe devolver al promotor casi 2,4 millones de euros.
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En la propuesta y respecto a lo abonado en exceso, se explica que esta cantidad se saldará cuando se lleve a cabo la aprobación definitiva del instrumento de planeamiento (el plan parcial), realizándose en 30 días a partir de la publicación oficial de la aprobación definitiva de esa planificación en el BORM.
Visto lo anterior, «resulta evidente, desde mi punto de vista, que los convenios urbanísticos de esta zona del municipio fueron una operación nacida con una visión poco realista y con una finalidad ante todo recaudatoria», concluye el concejal Andrés Guerrero.
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Información pública
El acuerdo entre ambas partes llegó ayer a la Comisión de Pleno de Urbanismo y fue aprobada por unanimidad de todos los grupos municipales: PSOE, Ciudadanos, Partido Popular, Vox y Podemos. Una vez que pase el trámite de su visto bueno inicial en la sesión plenaria del 22 de diciembre, el texto de la modificación del convenio urbanístico se someterá a exposición pública por el plazo de un mes, mediante publicación en el BORM y en la sede electrónica del Ayuntamiento de Murcia.
El concejal del Partido Popular y anterior responsable de Urbanismo, Antonio Navarro, presente ayer en la Comisión, indicó que el voto favorable de su grupo se basa en que «era la línea en la que estábamos trabajando». Navarro destacó que estaba demostrado que los convenios de 2006 «estaban fuera de la realidad y había que ajustarlos a lo que demanda el mercado; este era uno los más avanzados».
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Otra media docena de acuerdos están en fase de tramitación
Si este es el primer convenio urbanístico de los heredados de la edad de oro del ladrillo que ha logrado salir de un futuro incierto, hay otra media docena que siguen distinta suerte. La promotora urbanística Mamusa mantiene un litigio con el Ayuntamiento de Murcia que ha llegado a Casación del Supremo y que, de lograr una sentencia favorable, asestaría un duro golpe a las arcas municipales: 20 millones de euros. También Fadesa está en los tribunales, pero con peor suerte: ha perdido un primer asalto en el TSJ de Murcia. Pide 40 millones. De los otros convenios, tres son de difícil solución por haber problemas con la titularidad de los derechos.
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