Un temblor de 2,3 grados se deja sentir en el municipio de Murcia este domingo por la tarde

«Ha sido un temblor fuerte pero corto. Ha vibrado toda la casa durante tres segundos y ha sonado como si encajara la montaña». Esta es la descriptiva sensacion que ofrecía Santiago, un vecino de la pedanía murciana de La Alberca, sobre el terremoto de 2,3 grados de magnitud en la escala Richter que este domingo sacudió la apacible tarde en varias pedanías del sur de la capital de la Región. Fue concretamente a las 19.18 horas cuando el Instituto Geográfico Nacional (IGN) detectó el temblor con epicentro a once kilómetros del sur de la capital, en el mismo puerto de la Cadena y junto a la autovía A-30, en la Sierra de El Valle y Carrascoy, a una distancia de nueve kilómetros de profundidad de la superficie.

El terremoto provocó que muchos vecinos de La Alberca, El Palmar, Aljucer, Algezares y Sangonera la Verde, entre otras pedanías, notaran la sacudida y salieran a la calle para prevenir males mayores por el corrimiento de tierras. Pese a todo, el Teléfono Único de Emergencias 112 solo detectó unas pocas llamadas de ciudadanos relacionadas con el seísmo en los minutos posteriores al temblor. La alarma generada a través de los comentarios de usuarios de redes sociales fue algo mayor. Pero tampoco los vecinos de las zonas del sur de Murcia apreciaron grandes desperfectos en viviendas o en la propia calle, como certificaron varios testigos a LA VERDAD. El seísmo tampoco provocó ningún tipo de daño personal, según confirmaron fuentes del 112.

Este terremoto sentido por una parte de la población de la capital de la Región de Murcia se produce diez años después de los funestos seísmos de Lorca, que provocaron nueve víctimas mortales y centenares de heridos. En aquella ocasión, los temblores registraron una intensidad muy superior a la anotada este domingo por el Instituto Geográfico Nacional (4,5 y 5,1 grados en la escala Richter, respectivamente) y a una profundidad de solo un kilómetro de la superficie, lo que amplificó los efectos devastadores de los mismos.

Como suele ser habitual, este no fue el único terremoto que registraron las herramientas del IGN en una zona de gran actividad sísmica como toda la que comprende el Sureste español. De hecho, antes de que parte de la población del sur de Murcia sintiera este pequeño temblor los sismógrafos ya habían apuntabado varios temblores registrados a lo largo del día. Por la mañana, poco después de las diez de la mañana, uno de 1,9 grados de magnitud a cuatro kilómetros de profundidad en el Golfo de Valencia. Solo media hora antes del seísmo en la capital, otro temblor de la misma intensidad en el Mar de Alborán.