Las rebajas no logran levantar la actividad del pequeño comercio de Murcia: «Se vende un 20% menos»
Propietarios y empleados de establecimientos del centro piden iniciativas para atraer compradores tras un mes de julio que no ha cumplido expectativas
Calles a medio gas, casi vacías, calor extremo y un consumidor retraído por la subida del coste de la vida. Esos son los elementos que ... han marcado el mes de julio de rebajas en la ciudad de Murcia este año, que arrancaron el día 1 y que se mantendrán hasta el 31 de agosto. Una campaña de descuentos que no ha logrado levantar las ventas en un mes que, aunque nunca se ha caracterizado por sus altas ventas en la capital, está siendo «aún peor» este año y hundiendo la facturación, alertan los comerciantes del centro.
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Marisa Cano, presidenta de la Asociación de Comerciantes Platería y Trapería, pone cifra: «Las ventas en la mayoría de tiendas son un 20% inferiores a las de julio del año pasado», señala. Varios propietarios de establecimientos del centro coinciden en estimaciones similares e incluso algunos la elevan al 30%.
Entre los motivos tras este descenso, se repiten tres culpables en las tiendas: las altas temperaturas, las obras y la falta de alternativas de aparcamiento económico. A eso suma Marisa Cano la influencia de los comicios del 23-J. «El pequeño comercio está como el agricultor: todo le afecta. Le afecta la lluvia, le afecta el frío, le afecta el calor y también que haya cambios políticos -afirma-. El consumo se retrae».
Los comerciantes achacan el descenso a las altas temperaturas de julio, el impacto de la subida del coste de la vida y las obras
Los propietarios de la tienda de ropa Carrusel, Inma y Antonio, que llevan 29 viendo pasar clientes por su local de la calle Trapería, saben que han tenido un gran bajón de ventas, aunque todavía no han cerrado las cuentas del mes para poder hacer la comparativa. El motivo lo dice todo: «No queremos asustarnos». «El año pasado se notaba alegría, pero este año está cayendo mucho la actividad», reconoce Inma desde detrás del mostrador. «Es que no hay gente -añade Antonio-. Y por las tardes es mucho peor. No es porque sea ya agosto, es que hay mucho menos movimiento. La ciudad está cada vez peor por la falta de interés de nuestros políticos», defiende. «No hay más que darse una vuelta para verlo. Están cerrando muchísimas tiendas. Y el que cierra ya no vuelve a abrir. Los locales se quedan vacíos. No los quiere nadie».
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María del Mar Bernal, empleada de la tienda de ropa de ceremonia Tros, busca parte de la explicación en las subidas de precios. «La venta va muy mal, con rebajas o sin rebajas. Está todo carísimo. Y, en nuestro caso, hay gente que intenta apañarse reciclando prendas del año pasado. Lo hemos notado un montón», explica.
«Están cerrando muchas tiendas. Y el que echa la persiana ya no vuelve a abrir», cuentan los dueños de Carrusel, en Trapería
Eva Valero, empleada de la tienda de ropa Koss Closet, apunta al calor. «El mes de julio ha sido más flojo de lo habitual debido a las altas temperaturas. Se ha vendido, pero sobre todo a gente del exterior, que viene de los cruceros o que se acerca de las playas, porque la clientela habitual, con la subida de las temperaturas que hubo en julio, se ha ido antes la playa».
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Laura Leante, propietaria de Nineta, en la calle Jabonerías, también reconoce que este año «está siendo de los peores» que recuerda, y afirma que las rebajas «en las tiendas pequeñas no tienen fuerza». En la comparativa con julio de 2022, nadie sale ganando. Belén Díaz, de la camisería Sleeves & Co, recuerda que el año pasado «fue el verano del fin de las restricciones por la pandemia, y hubo mucha alegría». Este año parece haberse esfumado. «Sobre todo, lo que veo es que la calle está un poco sola», cuenta Elvira García, encargada de Coosy, en Platería. «Creo que han afectado las obras. Dificultan mucho el aparcamiento y la gente acaba yendo más a los centros comerciales».
Bonos para el comercio
«Las obras se notan siempre. Y si hay muchas, se notan más», coincide la presidenta de la Federación del Comercio de la Región de Murcia, Carmen Piñero. «Pero es que si encima tenemos una situación en la que la gente ya no pasa por las tiendas, entonces tenemos un problema», dice. Por ello, urge a las administraciones a impulsar acciones directas «para que la gente vuelva a comprar en pequeños comercios». Entre ellas, cita la puesta en marcha de bonos de descuentos para el comercio tradicional. «Hay muchas fórmulas para implementarlo, ya sea de forma física o digital, con una 'app'. Lo hacen en toda España y funciona muy bien», defiende.
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«Hay ayuntamientos que sí lo hacen, pero a nivel de la Comunidad no. ¿Cómo es posible que en Murcia no se estén haciendo cosas para ayudar al comercio tradicional? -pregunta Piñero-. Es una dejación de funciones tremenda».
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