La Policía de Murcia descubre un alijo de cannabis entre hortalizas

La carga de un camión frigorífico, constituida por 18.000 kilos de tomates y 3.000 de calabacines, ocultaba una sorpresa en forma de alijo de drogas: 250 kilos de marihuana y otros 50 de hachís, que muy pronto habría estado abasteciendo el mercado negro de no ser por la oportuna intervención de la Policía Nacional.

La operación se desarrolló este martes en el término de la pedanía murciana de Sangonera la Verde. Agentes del Grupo de Estupefacientes de la Jefatura de Policía de Murcia estaban siguiendo las evoluciones del conductor de un camión frigorífico que, según las informaciones que habían obtenido a través de diversas gestiones, había aprovechado una carga de hortalizas y frutas en Andalucía para otorgarle algo de 'valor añadido' a ese porte.

Cuando el transportista detuvo su vehículo en una de las ventas situadas junto a la Autovía A-7, a la altura de Sangonera la Verde, los funcionarios policiales se movilizaron con gran rapidez e interceptaron el vehículo, que fue inmediatamente sometido a una inspección. No tardaron mucho en confirmar que entre las cajas de tomates y calabacines habían sido escondidas numerosas bolsas, selladas al vacío, que contenían cogollos de marihuana, además de varios paquetes con resina de hachís, todo ello con un peso total de 300 kilogramos.

La droga fue confiscada y el camionero quedó arrestado por su supuesta implicación en un delito contra la salud pública, por tráfico de estupefacientes, según confirmaron a LA VERDAD fuentes próximas a la investigación.

Aunque no ha trascendido el destino final del cannabis intervenido, todos los datos apuntan a que podría tratarse de un intento de envío a algún país del centro o del norte de Europa.

Al margen de que la interceptación de un alijo de drogas siempre constituye una buena noticia, salvo para sus propietarios, en este caso se da la feliz circunstancias de que la Policía Nacional se apresuró este martes a repartir el cargamento de hortalizas y verduras entre varias organizaciones solidarias, como el Banco de Alimentos, que este martes tarde recibió ocho toneladas de tomates y tres de calabacines.

En la mesa de muchas familias necesitadas no faltarán estos días ni suculentas ensaladas ni un buen plato de zarangollo.