Ofensiva contra el mosquito tigre en 16 pedanías y en el casco urbano de Murcia

El episodio de fuertes lluvias que recorrió hace un mes toda la Región propició que muchas zonas de Murcia quedaran con agua embalsada. Ese escenario es el ideal para la proliferación del mosquito tigre, porque estos insectos buscan zonas húmedas para depositar sus huevos. Cada hembra es capaz de generar hasta un centenar de crías.

Desde el primer día en el que llegó la DANA, el comité de emergencias municipal, que coordinó las actuaciones que se ejecutaron para hacer frente al temporal, determinó la puesta en funcionamiento de un plan específico contra el mosquito tigre. El principal objetivo de esta medida fue «minimizar la proliferación de estos insectos», tal y como explicó el alcalde, José Ballesta. Su labor continúa siendo importante y desde hoy se va a intensificar. Las autoridades locales han remarcado en varias ocasiones que la colaboración ciudadana con este asunto resulta de vital importancia porque la mayoría de los focos se ubican en propiedades privadas.

El Ayuntamiento ha recibido centenares de avisos de ciudadanos alertando de la presencia de concentraciones de estos insectos para que los operarios municipales acudan a fumigar las zonas y los eliminen. Fruto de esos avisos, hoy va a comenzar una ofensiva en los lugares donde sus habitantes han avisado de la presencia de mosquitos.

El radio de actuación se centrará en 16 pedanías y seis barrios del casco urbano. En cuanto a las primeras, los efectivos se desplegarán en las localidades de Era Alta, Nondumermas, La Raya, Alquerías, El Raal, Rincón de Seca, Rincón de Beniscornia, Santo Ángel, Algezares, Los Garres, Los Lages, Monteagudo, Cabezo de Torres, San José de la Vega, Zarandona y Los Dolores.

La presencia de terrenos y fincas en estas pedanías favorece la presencia de zonas en las que el mosquito tigre se puede reproducir con facilidad. Los entornos que se encuentran próximos a ramblas y acequias también son puntos en los que estos insectos suelen colocar sus huevos, lo que provoca importantes e incómodas concentraciones.

El despliegue especial que va a empezar a ejecutarse desde hoy también pondrá el foco en barrios del casco urbano. Los operarios actuarán en el Infante Juan Manuel, Vistabella, Santa Eulalia, Churra, El Progreso y el entorno de la Catedral.

Estas zonas son en las que el operativo estará presente seguro, pero a lo largo de la semana se puede extender a otros lugares, en función de nuevos avisos que puedan trasladar al Ayuntamiento los vecinos de otras zonas. La intención del equipo de gobierno es la de tener un contacto fluido con los ciudadanos para poder dar respuesta con rapidez a los mensajes que envíen los habitantes de los lugares con más focos.

A comienzos de octubre, el Consistorio optó por incrementar los medios técnicos y humanos del plan contra el mosquito tigre para que ganara en contundencia y agilidad. Por ello, la ofensiva especial que arrancará hoy estará dotada por una veintena de efectivos, entre técnicos y veterinarios; cuatro todoterrenos, dos furgonetas, cañones de fumigación manuales, diez mochilas de fumigación y un helicóptero con capacidad para almacenar cuatrocientos litros de insecticida.

Este aparato es una de las novedades fundamentales que ha presentado este plan. Su uso busca acabar con los focos de huevos que se encuentran en los lugares más recónditos. Para llegar a las zonas que presentan un acceso más difícil y alcanzar los nidos que se encuentran en lugares más complicados, cuenta con el apoyo de tres drones, que localizan puntos en los que urge actuar desde el aire.

El trabajo del helicóptero comenzó por las zonas de huerta y se dividió en tres fases. La intención es que recorra la práctica totalidad del término municipal, comenzando por aquellas zonas en las que se ha detectado un mayor número de focos. El aviso de los vecinos desempeña un papel fundamental porque, según apuntan desde la Concejalía de Salud, el 80% de los nidos se encuentra en zonas privadas.

Utensilios y lugares en los que se puede acumular el agua con facilidad crean el entorno idóneo para que las hembras depositen sus huevos. De esta manera, recipientes, macetas y patios particulares acostumbran a concentrar centenares de mosquitos si no se actúa contra ellos con celeridad.

Otro emplazamiento que conlleva riesgo son las piscinas que están abandonadas o que no reciben ningún tipo de tratamiento. El agua que almacenan se convierte en otro lugar perfecto para que los mosquitos puedan proliferar sin oposición.

Además, cuando los técnicos detectan que en una propiedad privada existe una gran concentración de insectos, proceden a su eliminación por medio de unos drones específicos. Esta estrategia se ha seguido recientemente en una urbanización que se encuentra en Gea y Truyols.