En el mercado de Verónicas de Murcia pasan frío

«Llevamos tiempo pidiendo al Ayuntamiento que conecten la calefacción, por lo menos desde las 7 hasta las 10 de la mañana, que es cuando más frío hace, y que es el horario en el que ha estado funcionando en el pasado; pero nos dicen que lo desaconseja el servicio de Industria. ¿Pero por qué ahora y no antes?», señala el vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de la plaza, Pedro Cerezo.

Añade que ha habido ocasiones en las que cuando llega a su puesto al abrir la plaza (vende productos cárnicos) ni siquiera se habían activado los mostradores climatizados, que se encienden cuando la temperatura ambiente supera los cero grados. «Aquí tenemos un mínimo de 2 o 3 grados menos que en la calle».

Franco Troisi abrió hace casi ocho años su puesto, Arte Bianca, en la segunda planta, en el que vende pasta y prepara platos para comer allí. «Aquí pasamos mucho frío en invierno y calor en verano, y no es excusa que pronto van a comenzar las obras en el exterior porque nosotros tenemos que seguir trabajando», dijo, opinión con la que coinciden los hermanos Sánchez, Pablo y Alejandro, tercera generación de vendedores de frutas y hortalizas.

«A la climatización hay que sumarle que la escalera mecánica de bajada está rota y no hay forma de que lo arreglen; más de una clienta nos ha pedido que le bajemos la compra al primer piso para no subir», señalan.

Ese tramo de escalera se averió el 30 de noviembre y estuvo sin funcionar hasta que los técnicos que envió el Ayuntamiento lo arreglaron el 3 de enero. Volvió a estropearse el día 8 y así sigue. El día 12 volvieron a revisar la maquinaria y, según fuentes municipales, «se está gestionando el arreglo».

Respecto a la climatización, indicaron que los placeros pidieron que se conectara solo en el piso superior, pero que la instalación actual no lo permite porque la maquinaria es común.

La alternativa para bajar del primer piso son las escaleras normales, atreverse por las mecánicas paradas o coger el ascensor. «Yo no me meto en un ascensor ni loca desde que me quedé encerrada en uno», apunta una clienta que prefiere no dar su nombre, sentimiento que comparten otras que están cerca.

Ascensión Guerrero, que considera la plaza como «mi segunda casa», apunta que el Ayuntamiento debería darle «un poco más de cariño» a este mercado. «Parece mentira que un edificio que esté catalogado como BIC esté tan abandonado».