Instalaciones de Jesús Abandonado en la carretera de Santa Catalina. Guillermo Carrión / AGM

Jesús Abandonado estudia crear un albergue para transeúntes con trastornos severos en Murcia

Plantea al Consistorio habilitar un centro destinado a personas sin hogar con problemas de adicción o mentales en la carretera de Santa Catalina

Miércoles, 25 de octubre 2023, 00:33

Un agujero asistencial. Eso es lo que parece existir en el municipio de Murcia en relación a aquellas personas en situación de calle que ... presentan trastornos severos asociados bien al consumo de sustancias, bien a un trastorno mental o bien a ambos a la vez, que es lo que se conoce como patología dual. El Ayuntamiento de la capital de la Región no es ajeno a esta necesidad, que se ha venido resaltando en los últimos tiempos de la mano de entidades del tercer sector como Jesús Abandonado, acostumbradas a tratar con personas en situación de exclusión.

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De hecho, estas organizaciones vienen planteando desde hace ya varios años diversas alternativas para prestar esta atención especializada, las cuales se vuelven a poner ahora sobre la mesa. Entre ellas se incluye la creación del primer 'centro de reducción de daños' del municipio, cuya implantación ha propuesto nuevamente al Consistorio la mencionada fundación caritativa. Es cierto que los Servicios Sociales municipales cuentan con varios recursos a los que redirigir a las personas sin hogar, pero ninguno está bien adaptado a aquellos potenciales usuarios que presentan unas conductas más esquivas y disruptivas, las cuales llegan a generar en ocasiones problemas de convivencia.

No se encontraba preparado para todos los casos de este tipo el albergue nocturno de 'baja exigencia' con el que contaba la antigua RAIS –ahora Hogar Sí– en la zona de La Merced y que cerró durante la pandemia, eliminando 18 plazas de pernoctación. Tampoco lo está el centro del que dispone Jesús Abandonado en la carretera de Santa Catalina, orientado a perfiles más tranquilos. Así, el anterior gobierno, encabezado por el socialista José Antonio Serrano, abrazó, de la mano de la concejal de Cs Paqui Pérez, la posibilidad de abrir un 'centro de alta tolerancia' con los que sí cuentan otras grandes ciudades. Esta se acabó concretando en la opción de establecer, gracias a ayudas europeas, unas instalaciones con características similares a las citadas en el barrio de San Antolín.

El traslado a las instalaciones desde el casco urbano se haría mediante un servicio 'lanzadera' en furgoneta

El proyecto, que iba a ser puesto en marcha a través de la Asociación La Huertecica –que trabaja desde hace décadas con toxicómanos–, fue finalmente abortado por el anterior gobierno municipal, ante las protestas de los vecinos, que rechazaban contar con unas instalaciones de ese tipo próximas a dos colegios. De hecho, el Consistorio llegó a renunciar a la subvención concedida, correspondiente a los fondos Next Generation.

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Ahora, Jesús Abandonado, consciente de que ese hueco sigue sin cubrirse, ha vuelto a formular una propuesta en ese sentido, aunque ha apostado por desarrollarla, en un principio y ante los obstáculos ya encontrados, en un entorno conocido. Así, los responsables de la fundación han presentado ya la iniciativa, a través de dos reuniones, a la concejala de Bienestar Social, Familia y Salud, Pilar Torres. El proyecto plantea así habilitar un espacio destinado a este tipo de personas en el mencionado centro de la carretera de Santa Catalina, el cual funcionaría, al menos de momento, como ubicación inicial.

El coste, para el que se solicitan fondos, asciende a 400.000 euros anuales; el Ayuntamiento señala que valorará todas las opciones

Las instalaciones, ubicadas en el mismo recinto, contarían con 24 plazas y permitirían que los usuarios pudieran, incluso, llevar a sus mascotas, en el caso de tenerlas. En él también se ayudaría al suministro y control de los posibles tratamientos farmacológicos y de deshabituación recetados. En cuanto al traslado de los usuarios, dada la situación periférica del recurso, se solventaría mediante furgonetas 'lanzadera' con varias frecuencias, que lo conectarían con el casco urbano. De hecho, esta circunstancia evitaría que estos rondaran por el entorno del recinto, al que accederían y abandonarían siempre en vehículo.

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Financiar el gasto en personal

Jesús Abandonado cuantifica el coste del proyecto, para el que solicita ayuda al Ayuntamiento, en unos 400.000 euros anuales, que vendrían a sufragar, fundamentalmente, el coste de funcionamiento y personal, dado que el espacio ya se encuentra prácticamente configurado gracias a fondos propios y donaciones. Además, plantea habilitar en un futuro un centro independiente para el que se debería buscar una nueva ubicación. Una posible propuesta pasaría, en este caso, por acercarlo a zonas como la de la antigua Ciudad del Transporte.

Aunque las sensaciones son positivas, de momento desde el Ayuntamiento prefieren no confirmar su posible apuesta por esta iniciativa concreta y señalan que «se van a valorar todas las opciones, para decidir qué pasos dar y cuál sería la ubicación más adecuada para este proyecto». La necesidad sigue existiendo; la cuestión es el cómo cubrirla.

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